La casa excesiva y la contaminación en los mares, llevaron a la ballena gris a ser considerada en peligro de extinción.

Su desplazamiento lento y el hecho de que naden cerca de la costa, provocaron que fueran sobreexplotadas por el ser humano a tal grado de que desapareciera por completo en el océano atlántico.

Llegó un punto de la historia, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, que dicha especie fue considera extinta pero pudo ser redescubierta  en el año de 1911.

La Comisión Ballenera Internacional declaró a la ballena gris una especie protegida en 1947. Lo que ha contribuido a su recuperación, ya que diversos países, entre ellos México, han hecho un enorme trabajo para su protección luego de que fuera  víctima de una intensa caza comercial.

Sin embargo, en Japón, la ballena gris sigue siendo amenazada por los cazadores y por la presión de algunos grupos que buscan levantar la moratoria que impide su caza comercial debido a algunos de los productos que se obtienen de ella.

Diferentes organizaciones en todo el mundo trabajan para evitar que esta especie siga siendo depredada, y México es en este marco una de las naciones orgullosas de protegerlas.