¿Por qué apostar por las materias primas?

Las materias primas son recursos naturales esenciales para el funcionamiento de la economía mundial. Su valor depende principalmente de la oferta y la demanda, lo que significa que a medida que aumenta la demanda, su precio también sube. Además, a diferencia de las acciones y los bonos, las materias primas suelen tener una relación inversa con el valor de la moneda. Esto hace que funcionen bien en épocas inflacionistas, ya que cuando el dólar se debilita, el precio de recursos como el petróleo, los metales y los productos agrícolas tiende a subir, protegiendo a los inversores contra la pérdida de poder adquisitivo.

Tipos de materias primas en las que invertir

Existen diferentes tipos de materias primas, cada una con sus propias particularidades. Entre ellas, cabe destacar las siguientes:

Productos energéticos, como el petróleo crudo, una de las materias primas más volátiles pero también entre las más demandadas, debido a sus movimientos direccionales apreciados tanto por los traders intradía como por los swings traders

Metales preciosos, como el oro y la plata, dos de los metales más solicitados al ser considerados reservas confiables de valor

Productos agrícolas, como el maíz, el trigo y la soja. Al tratarse de productos esenciales para la supervivencia humana, su demanda suele mantenerse estable, por lo que invertir en estos activos supone una cobertura frente a posibles fluctuaciones del mercado

Metales industriales, como el cobre, el aluminio y el níquel, esenciales para la construcción y la fabricación de productos tecnológicos. Su demanda está relacionada con el crecimiento económico, lo que los convierte en una inversión cíclica pero de largo plazo.

Factores a tener en cuenta a la hora de invertir

Al igual que con cualquier otro activo, para obtener buenos resultados al invertir en materias primas es fundamental conocer los riesgos asociados con este tipo de inversión y contar con una estrategia bien definida. En este sentido, uno de los factores clave a tener en cuenta es sin duda la volatilidad del mercado.

Aunque el precio de las materias primas depende principalmente de la demanda y la oferta, su valor también puede verse afectado por factores externos como conflictos políticos o cambios en las relaciones internacionales. También es importante considerar el crecimiento económico global, ya que los precios de los productos básicos tienden a subir cuando la economía está en expansión y a bajar en épocas de recesión. Por ello, es recomendable adoptar un enfoque flexible y seguir de cerca las tendencias trading para aprender a capitalizar las oportunidades que pueden surgir en momentos de alta volatilidad.

Una estrategia muy útil para reducir los riesgos ligados a la volatilidad consiste en la diversificación de cartera, es decir, la distribución de la inversión entre diferentes productos básicos. Al combinar distintos tipos de commodities, es posible mitigar el riesgo de una caída abrupta en el precio de un activo, ya que esta pérdida puede ser contrarrestada por el aumento en el valor de otro producto de la misma cartera.

Principales vehículos de inversión

Existen diferentes formas de acceder al mercado de materias primas, desde la adquisición directa del activo hasta el uso de instrumentos financieros complejos. Veamos cual de ellas son las más habituales.

Acciones de empresas productoras

La primera opción para obtener exposición en este mercado consiste en comprar acciones de empresas especializadas en sectores como el petróleo, el acero o la minería. No obstante, este vehículo de inversión no es el más seguro, ya que una acerera puede verse perjudicada por la fluctuación del precio del níquel, incluso cuando el hierro se cotiza a la baja.

Futuros

Otra alternativa para invertir en materias primas son los contratos de futuros, un tipo de derivado financiero con el que el inversor se compromete a comprar una cantidad de materia prima a un precio previamente acordado. Sin embargo, este método presenta desventajas, ya que no todas las materias primas disponen de un mercado de futuros, y en aquellos casos en los que sí lo tienen, las barreras de entrada suelen ser tan elevadas que entorpecen el acceso a los inversores minoristas.

ETFs

Los ETFs, o fondos cotizados en bolsa, son un vehículo de inversión que se sitúa a medio camino entre los fondos de inversión tradicionales y las acciones. Se trata de productos financieros que permiten invertir en una cesta diversificada de commodities donde cada participación replica la evolución del precio de la materia prima correspondiente.

Un activo refugio contra la incertidumbre financiera

A modo de conclusión, podemos afirmar que invertir en materias primas representa una buena opción para diversificar cartera y protegerse contra la inflación. Dado su papel crucial en la economía global y su menor correlación con otros activos financieros, las materias primas constituyen un refugio seguro en épocas de alta volatilidad. No obstante, como con cualquier tipo de inversión, es fundamental contar con una estrategia bien definida y mantenerse informado sobre las tendencias del mercado, para así maximizar el rendimiento y mitigar los riesgos asociados con este tipo de activos.