Ante la inminente caída de las ventas en el sector turístico, la semana pasada le planteamos: ¿Qué opción le parece más viable para contrarrestar el efecto de la carretera cerrada? Mayor promoción fuera o Mejores ofertas al mercado local. El 86 por ciento de los participantes indican que los servidores turísticos deben sustentar sus estrategias en el público local. Gracias a todos por expresar su opinión.
En el 2008 no fue una carretera… fue el sistema económico de Estados Unidos lo que colapsó. El ciudadano nortamericano dejó de viajar al tener que luchar contra una de las peores crisis de la historia de su país.
El sector turístico sobrevivió gracias a los consumidores locales y regionales, a pesar de que no se hicieron grandes ajustes en las políticas de precios. Aunque con cierta dificultad, la economía mexicana logró sortear esa etapa que ahora es historia.
Esta vez las condiciones son distintas.
Los ensenadenses (y los residentes del resto de la franja fronteriza) apenas estamos acostumbrándonos a las nuevas condiciones económicas, sin que podamos ver la luz al final del túnel.
Es un hecho que el aumento en el IVA, los gasolinazas y el resto de modificaciones fiscales dejarán menos dinero disponible para cuestiones de entretenimiento. Miles de clientes potenciales con sus capacidades mermadas, cortesía del gobierno federal.
Apostar por el mercado local implica mejorar las condiciones de la oferta. El resultado inmediato sería un incentivo adicional para vencer la resistencia al tránsito por la carretera libre.
Un asunto de estrategia… por desgracia, sin estratega a cargo.