En mayor o menor medida, quienes vivimos en Ensenada sentimos los efectos positivos de los eventos que convocan al turismo de la región.

A poco más de dos meses del colapso en la carretera, quienes han sentido un repunte en sus ventas son los servidores turísticos de Rosarito, donde se quedan los consumidores que no se atreven a utilizar la carretera libre para llegar a Ensenada.

Aunque faltan algunos días para que se cuente con las cifras oficiales sobre la derrama económica (a partir del carnaval), cada empresa puede establecer sus conclusiones y comparar contra lo sucedido en años anteriores.

Si los resultados son más bajos que en años anteriores, es importante que los grupos empresariales incrementen la presión a las autoridades, en el reclamo por la solución al problema de la carretera.

Caminos y Puentes Federales (Capufe) sostiene su versión de que todo estará listo al final del tercer trimestre de este año… demasiado tarde para aquellas empresas que dependen de la afluencia de visitantes durante el verano.

Sin embargo este pronóstico, desafortunado por todo lo que implica, no es la peor noticia. Lo realmente preocupante es que nadie cree en la proyección de Capufe. Cuando ellos dicen septiembre de 2014, suena como a diciembre de 2015 y eso en el mejor de los casos.

En cualquier otro país que presume de primer mundo, un desastre que pone un embudo a la economía es motivo para que los equipos de trabajo se encuentren activos las 24 horas del día.

El 66 por ciento de los participantes en nuestro sondeo opinan que los resultados del carnaval serán un indicador de lo que sucederá en verano. Si se desean mejores resultados habrá que exigir a la autoridad estatal y municipal, acciones puntuales para corregir la ineficiencia característica del gobierno federal.