La semana pasada le planteamos: Después del colapso de la carretera escénica usted: ¿Disminuyó sus viajes a Tijuana? El 81 por ciento de los participantes nos dice que si. Gracias a todos por expresar su opinión.
Al conocerse la noticia del tramo de carretera que desapareció, iniciaron las especulaciones sobre lo que representaría el hecho para la economía de la ciudad.
La coincidencia en todos los análisis fue que entre la carretera y el IVA al 16, el 2014 sería un año sumamente castigado para Ensenada. Bueno… el único que opinó que vivíamos en la tierra del “no pasa nada” fue el delegado de la Secretaría de Economía Federal. Mal signo.
El que cuatro de cada cinco participantes en el sondeo expresen que en estos tres meses que ya pasaron redujeron sus viajes, anticipa de qué tamaño podría ser el problema que estamos por enfrentar.
La semana pasada, el presidente de la república visitó Baja California y aunque solo fueron unas horas para inaugurar una presa en Tecate, se esperaba que pudiera adelantar algo sobre la situación de la carretera. Sobre el tema, nada… otro mal signo.
En cuestión de días estaremos de lleno en lo que muchos consideran el periodo de inicio de temporada: las vacaciones de semana santa.
Aunque todas las autoridades se han manifestado sobre la imperiosa necesidad de generar acciones para contrarrestar el efecto negativo de la carretera, las buenas intenciones (como siempre) solo se quedan en el discurso. Demasiados malos signos y esto todavía no empieza.