La semana pasada le planteamos ¿Tiene razón el Ayuntamiento al intentar reubicar una carreta de mariscos por la forma en que sus clientes invaden los estacionamientos? El resultado del sondeo nos indica que estamos ante un asunto altamente polémico.
El tema surge por una acción emprendida por el gobierno municipal, en la que se pretende reubicar a La Guerrerense, a causa de las molestias que ocasionan sus clientes, que para evitar la fatiga, utilizan de forma indebida estacionamientos marcados como exclusivos de un comercio.
La mitad de los participantes opinan que sí, que el Ayuntamiento tiene razón. La lógica para responder de esta forma es una actitud que pareciera resolver un problema desde el origen: la gente se estaciona mal por consumir en una carreta, que se resuelva quitando la carreta.
El 48 % restante opina que el ayuntamiento no tiene razón, pues finalmente, quienes cometen la infracción son los automovilistas.
Aplicar el reglamento a quien lo transgrede siempre será necesario, aunque no sea lo más popular. Es claro que al Ayuntamiento le tiembla la mano y opta por lo que resulta en un costo político menor.
Sin embargo, en una ceguera total, Hirata la emprende contra un ícono de la gastronomía mexicana, precisamente uno que ha generado publicaciones en revistas internacionales que se expresan en el siguiente sentido: “si alguna vez usted está en la zona de Los Angeles, vale la pena viajar algunas horas hasta Ensenada a probar las creaciones de La Guerrerense”.
El tema, como lo expresa el resultado del sondeo, es sin duda sumamente polémico, razón de más por la que plantear una solución atinada requiera de un talento que por el momento brilla por su ausencia.
Vale la pena que alguien les recuerde a los políticos que su paso por el gobierno es temporal y a pesar de esto, los daños que pueden causar con sus decisiones pueden ser para toda la vida. Vamos, que el “piensa en grande” del Ayuntamiento no pasa de ser un eslogan. Letra muerta.