La semana pasada le planteamos: De lograrse la reducción en el costo de la gasolina, ¿mejorará su opinión sobre el Presidente de la República? La mayoría de los participantes opina que no. Gracias a todos por expresar su opinión.
Pueblo chico, pocos votos… si es un infierno ¿a quién le importa?
A pesar de que la ley impide la promoción de la figura presidencial fuera de las fechas próximas al informe de gobierno, es evidente que las baterías están enfocadas a destacar las bondades de las reformas planteadas por Peña Nieto y aprobadas por el PRI en compañía de otros partiditos que solo sirven de comparsa.
Reducción en tarifas de larga distancia, beneficios en el recibo de energía eléctrica, freno al aumento paulatino del gas… ¿y la baja en la gasolina? Esa se colocó estratégicamente donde están la mayor concentración de votantes.
Basta platicar con los vecinos de Tijuana para darse cuenta que aquel bloque bajacaliforniano que se conformó para hacer frente al aumento del IVA, poco a poco está quedando en el olvido, porque si pueden comprar gasolina más barata que en San Diego, “es posible que el actual gobierno no sea tan malo”, dicen.
Con Tijuana y Mexicali el gobierno federal tiene suficiente para ponerle palomita a todo Baja California y de paso, conseguir más de lo normal para toda la circunscripción, con lo que también ayuda a sus candidatos plurinominales.
Ensenada está fuera y aunque los empresarios y la sociedad civil hacen un esfuerzo extraordinario por conseguir las mismas condiciones de precio de gasolina, lo cierto es que en los cálculos políticos no nos necesitan. Para el PRI, ganar o perder Ensenada en la elección federal da lo mismo, siempre Tijuana esté de su lado.
Respecto a la imagen del presidente, que podría ser el último argumento de la lista, de acuerdo a nuestro sondeo la modificación en el precio del combustible no haría diferencia en la mayoría.
Ojalá esté equivocado, pero si no habrá votos o algún otro beneficio, seguiremos con la tarifa diferenciada y la única posibilidad de homologación se dará cuando la frontera deje de ser necesaria en un proceso electoral.