Con el reinicio de la actividad en los campos, podremos sacar adelante la última parte de la temporada, darle viabilidad a la fuerza laboral y lograr mejores condiciones para el entendimiento señaló Marco Estudillo Bernal
vocero del Consejo Agrícola de Baja California.
Estudillo Bernal, afirmó que desde el jueves pasado la fuerza laboral en los campos agrícolas del Valle de San Quintín, fue incrementando hasta lograr el fin de semana, que se restablecieran casi es su totalidad los jornaleres trabajando en todos los campos agrícolas señaló en un comunicado el primero que emiten tras los disturbios de San Quintín.
Recordó que desde el inicio de las manifestaciones, permaneció una fuerza laboral cercana a la mitad de lo normal y que con los días, se fueron sumando jornaleros para que el fin de semana, luego de un sondeo en diversas empresas agrícolas de la zona, permitieron prácticamente reanudar las actividades de manera normal.
Los primeros días del conflicto, dijo, fueron difíciles ya que se limitaba la salida de trabajadores de las comunidades por grupos que decían representar a los grupos demandantes y por ello, no podían acudir a sus fuentes de trabajo.
Agregó que con la calma que regresa a las comunidades, se podrán atender todos los temas que sean necesarios sin entorpecer la dinámica productiva que favorece al sector en su conjunto.
“Nosotros hemos estado en la mejor disposición de que el dialogo con los trabajadores del campo y los sindicatos, nos permita encontrar los acuerdos que le den viabilidad económica a las operaciones de los agricultores y generen mejores condiciones de vida para los trabajadores que le dan fuerza a ésta región” dijo.
Explicó que existe una percepción errónea sobre las utilidades de los empresarios del campo, resaltando que los márgenes de ganancia son similares a los de cualquier empresario maquilador, es decir muy bajos, en donde el volumen y la buena calidad, son los que le dan rentabilidad a la operación.
Estudillo Bernal explicó que el sueldo a destajo siempre ha sido de más de 400 pesos en promedio y que el salario compactado sólo es referencia para trabajadores con poca experiencia, trabajos especializados que se pagan por tarea, en donde cada tarea se paga a razón de un salario integrado, pero el trabajador puede hacer más de uno, de forma tal que el trabajador puede acceder a más recursos.
Todo agricultor, dijo, tiene responsabilidades no solamente salariales y lo que ello implica, hay pasivos, pago a proveedores y créditos que ejercen una muy fuerte presión a toda la operación, por lo que el incremento en los costos fijos, realizado de manera irresponsable, podría condenar a la quiebra a las empresas.
Resaltó el flujo relevante que se tiene en el sector y con ello el impacto económico para la comunidad, pero en realidad la gran mayoría es el costo de producción que se destina principalmente a proveedores y mano de obra.
El sector primario, refirió, tiene variables en las que se incluyen las presiones que salen del control del ser humano, como las sequías, plagas, el cambio climático que modifica la dinámica natural y por ello, se tienen que hacer inversiones multimillonarias para que esos factores puedan ser mitigados y poder darle sustentabilidad y sostenibilidad a las operaciones.
Estudillo Bernal refirió que favorecer una mejor calidad de vida para los jornaleros agrícolas, impulsará la misma dinámica empresarial en toda la región agrícola de Ensenada.
“Esta parte la entendemos y la ecuación es sencilla, en la medida que cualquier colaborador, en cualquier sector de la economía esté motivado y con mejores condiciones de vida, su productividad será mayor, su rendimiento será mejor y con ello, habremos de lograr mejores temporadas en donde todos ganaremos” manifestó.
Por ello, dijo, el 15% de incremento que miles han aceptado y que hoy se corrobora con la fuerza laboral que está en los campos, es un aumento que difícilmente se ve que sea otorgado en cualquier otro sector de la economía.
Advirtió que el incremento del 150% del 90% que solicitan algunos es inviable, no solamente en la actividad agrícola, sino en cualquier sector de la economía en México y en cualquier parte del mundo.
Estudillo Bernal resaltó que mejorar la calidad de vida de los jornaleros agrícolas de Ensenada, no depende únicamente de sus empleadores, sino de un esfuerzo en el que tienen que concurrir los tres niveles de gobierno.
En este tema, resaltó, la inversión en infraestructura, educación y salud, es imperativa para que en conjunto con el esfuerzo que realice el sector empresarial del campo, le dé en verdad un giro a la vida de los jornaleros agrícolas de Ensenada.
Agregó que debe de haber más que un compromiso, acciones contundentes del gobierno federal, estatal y municipal para encauzar los programas necesarios y suficientes que coadyuven a una mejor realidad para las familias de los jornaleros agrícolas.
Puntualizó que desde hace tiempo la autoridad estatal y federal ha incrementado las revisiones –sorpresa- con lo cual, se le ha exigido y multado a quien incumple y a los que trabajan atendiendo todas las leyes y reglamentos, continúan con su labor de manera normal.