La semana pasada le planteamos: Las actuales campañas políticas, ¿le importan? El 81 % de nuestros participantes nos dicen que no. Sin ánimos de anticipar una catástrofe, puede usted esperar el índice de abstencionismo más grande de nuestra muy joven e inexperta democracia. Gracias a todos por expresar su opinión.
En el mundo de la política se les conoce como "las intermedias federales", pues sirven para renovar la cámara de diputados a la mitad del ejercicio del presidente en turno.
Al no haber puestos ejecutivos en juego, hay muy poco que repartir, así que tradicionalmente han servido para el pago de favores al interior de los partidos políticos.
De la gente que está por las calles haciendo proselitismo, solo unos cuantos están ahí sin percibir algún tipo de compensación económica... la mayoría está recibiendo algo del presupuesto para campañas políticas que reciben los partidos directamente del erario público.
El resto del dinero puede tener los más diversos destinos, pero de efectividad ni hablar.
Un ganador de mayoría en cada distrito y después de la matemática electoral, otros plurinominales. Quinientos ungidos cuya función es apoyar lo que diga el presidente nacional de su partido (o de la república en el caso del PRI).
Las cifras de participación en las próximas elecciones sin duda serán un síntoma más, que se anotará a esa larga lista que desde hace muchos años da fe de un sistema político agotado.