La semana pasada le planteamos: Desde su punto de vista ¿afectará el movimiento de los jornaleros agrícolas el próximo proceso electoral? Siete de cada diez opina que si. Gracias a todos por expresar su opinión.
Antes de partir al exilio Porfirio Diaz dijo: "Madero soltó al tigre, veamos si puede domarlo". En el asunto de San Quintín todavía no está claro quien fue el que soltó al tigre, pero por lo visto en los últimos días, definitivamente no tiene la menor idea de como controlarlo.
Las demandas de los jornaleros agrícolas son legítimas y además tienen la simpatía de una buena parte de la población. El problema está en los oportunistas, disfrazados de luchadores sociales, que sacan ventaja política de este tipo de movimientos.
Los vecinos de esa zona lo han dicho: el vandalismo y el clima de inseguridad que llegó desde los primeros bloqueos carreteros, es protagonizado por gente que nunca habían visto en esos lugares. Cualquier piedra es un arma al alcance de cualquiera.
En este contexto llegó a Ensenada el material para el proceso electoral del 7 de junio y de acuerdo a la agenda, debería ser trasladado el lunes 18 de mayo al sur del municipio, donde se encuentra el 22 por ciento del padrón electoral. Sin embargo, esta fecha se movió de forma preventiva.
Por parte del Instituto Nacional Electoral existen dudas respecto a la participación de los funcionarios de casilla, que podrían no presentarse por temor ante el clima de inseguridad.
El asunto está ya tan manoseado que podría pasar cualquier cosa. El sur de Ensenada es mucho más que este conflicto, sin embargo el estigma que ya está en marcha podría ser un golpe mortal a la generación de ingresos en actividades económicas que no están relacionadas con la agricultura.