La semana pasada le planteamos: El reglamento municipal prohíbe el desnudo en la calle. ¿Debe cambiarse este reglamento? El 48 por ciento se inclina por dejarlo como está mientras que el 46 por ciento indican que debe hacerse un cambio. Para un 6 por ciento debe permitirse solo para manifestaciones. Gracias a todos por expresar su opinión.
El tema surge a partir de la convocatoria para un paseo en bicicleta, sin ropa, para llamar la atención de autoridades y ciudadanos respecto a los derechos de los ciclistas en la ciudad. El problema fue que la forma en que se eligió hacer la protesta superó por mucho al concepto de fondo.
El gobierno municipal fue muy claro al expresar que si alguien pasea desnudo se aplicaría el reglamento municipal, que prohíbe este acto independientemente de cuales sean los fines que se persiguen, así que el paseo y los ciclistas en poca ropa lograron poco... la discusión cambió a otro tema.
Las voces que se levantan para expresar que el cuerpo humano es hermoso y que no debe haber problema en mostrarlo públicamente, contrastan de forma ruda con aquellos que en silencio se mueven más por el morbo.
En este caso, como en otros, el problema no radica en pensar de forma distinta sino en asumir que el resto de las personas piensan como nosotros y que aquellos que no lo hacen, deben ser obligados a cumplir con una ley.
El tema sin duda es polémico pues puede abordarse desde muchas y muy diversas perspectivas, sin embargo las preguntas centrales son: en las condiciones actuales de nuestro país (sociales, políticas, educativas, económicas) si la autoridad permitiera un cambio en los reglamentos municipales para que el desnudo público sea válido... ¿que problemas se resolverían y cuales nuevos surgirían?