A propósito de los resultados de El Bronco en Nuevo León la semana pasada le planteamos: En la próxima elección para presidente municipal, usted ¿votaría por un candidato independiente? El 54 por ciento de nuestros participantes nos dice que si mientras que el 36 por ciento lo condiciona al candidato en cuestión. Solo un 12 por ciento rechaza esta idea. Gracias a todos por expresar su opinión.
Aunque la película que se proyecta desde Nuevo León tendrá una fuerte influencia en las próximas elecciones, especialmente por el cambio de reglas para la competencia de candidatos independientes, en Ensenada tenemos historias que vale la pena recordar dado que el discurso con el que se presentaron las alternativas fue muy similar al de El Bronco.
Hace poco más de 30 años, el priísta David Ojeda que al no ser abanderado por su partido decide competir como candidato del Partido Socialista de los Trabajadores. Ganó la elección con un mensaje de protesta ante la imposición de candidatos desde el Comité Ejecutivo Nacional de su propio partido.
En el 89 Baja California coloca al primer gobernador panista, que desde la Ruffomanía compitió más con carisma y mercadotecnia que con propuesta política. Desde ese momento ningún otro partido ha logrado llegar al poder ejecutivo estatal.
En el 98 se presentó en televisión nacional otro gobernador panista, de Guanajuato, diciendo que daba inicio a su carrera por la Presidencia de la República para "sacar al PRI a patadas de Los Pinos". Todos conocemos los resultados del triunfo de Vicente Fox.
En el caso de Ensenada, otros personajes políticos han intentado hacer lo que sólo logró David Ojeda en el 83 y sus resultados han sido buenos en lo particular pero insuficientes para alcanzar el triunfo. El comentario de la gente ha sido que se trata de buenos candidatos en malos partidos políticos.
Ahora, cuando la variable que puede eliminarse es precisamente el partido, resultará interesante mantener en observación dos fenómenos: La estrategia que sigan los partidos para mantener la unidad ante la selección de un candidato (especialmente para evitar que el contendiente interno salga por la vía independiente) y la estrategia de posicionamiento planteada por aquellos que se ya se ven en la boleta del 2016 sin siglas que los acompañen.
Con periodos electorales cada vez más cortos, menos personas conectadas a los medios electrónicos tradicionales, los tristes resultados del alcalde Hirata, las cantinflescas participaciones públicas de Kiko Vega y especialmente el ánimo antipartidista en la población, el próximo proceso electoral podría ser el más interesante de los últimos años.