Pocos son los que no reconocen su delantera es la búsqueda de la candidatura priista para la alcaldía local. El año que se avecina habrá elecciones locales y los mandos en las presidencias municipales tendrán que renovarse. Julio Felipe García Muñoz es el aspirante de mayor solvencia electoral que tiene el Revolucionario Institucional en ese intento de retener la posición pública.
Es el llamado “candidato natural”. Su nombre aparece en el primer sitio de los sondeos levantados dentro y fuera del PRI. Resultados, pues, que a pocos sorprenden. A muy pocos.
Los priistas y quienes simpatizan con esta institución partidista, tienen en Julio Felipe una carta fuerte. Como producto electoral es vendible, canjeable, fácil de ofertar. Juventud, carisma y experiencia, sus cualidades.
Emanado de las fuerzas básicas del Revolucionario Institucional, Julio Felipe García Muñoz ha hilvanado una bien dirigida y administrada carrera política. Su vínculo y cercanía con altos jerarcas de su partido, es innegable. Tan innegable que muchos suponen desde ahora que trae el “cobijo” de estos.
Convertirse en candidato y luego pretender la presidencia municipal, no es el sueño de una noche reciente. Por supuesto que no. El de García Muñoz es un anhelo fraguado hace más de una década. Por eso su paso por el cabildo local, por eso su transitar como legislador; por eso su desempeño como dirigente estatal de su partido.
Un anhelo que tiene como fecha se aterrizaje el 2016.
Pero si Julio Felipe es el “natural” del PRI para intentar retener la alcaldía, otros de sus correligionarios también pretenden encabezar dicha encomienda.
Que se recuerde, el tricolor no contaba con una baraja tan amplia como la actual para incursionar en una elección local. Alejandro Arregui Ibarra, Jesús Jaime González Agundez y Marco Antonio Novelo, completan la lista.
Lo complicado para el PRI, entonces, no es la falta de figuras para envolverse en una candidatura, sino determinar el proceso de selección. Recurrir a las llamadas candidaturas de “unidad”, o bien, apostarle a una convención abierta donde participen la militancia, es la disyuntiva.
En tanto, Julio Felipe García Muñoz, aparece como el “natural”.
Del otro lado de la acera, el entorno no es tan relajado. Por el contrario. Se complica y en serio.
Apenas el fin de semana próximo pasado, Francisco Vera González fue arropado y expuesto por decenas de panistas como “su mejor” carta para recuperar la alcaldía.
Grupos al interior del PAN que antes presumían sus diferencias, esta vez se aliaron para impulsar la figura de un militante ciertamente conocido y estimado, como es el caso de Vera González.
Si, un militante con buen cartel dentro y fuera del PAN que no obstante esta carta de presentación fue hecho a un lado de anteriores procesos electorales por, aquí la paradoja, buena parte de los que ahora le aplauden.
El llamado destape de Paco Vera, aseguran, tuvo como propósito mostrar lo que en materia político-partidista se conoce como “musculo”. Es decir, hacer pública y visible la fuerza rumbo a un posible proceso interno de selección de candidatos.
Pero contrario a ese propósito de mostrar “músculo”, lo que se evidenció tras ese acto de respaldo hacia la persona del médico fue una aguda división interna en Acción Nacional.
Francisco Tarin Perisky, quien desde las filas del PAN también busca despachar como presidente municipal, se mantiene en lo dicho. Los panistas que lo respaldan y que se identifican públicamente con el ex gobernador Ernesto Ruffo Appel, tampoco han desistido en su propósito.
Eloísa Talavera Hernandez, está en lo mismo. No claudica. Estuvo presente en el evento de respaldo a Paco Vera, pero no por eso renuncio a su aspiración de lograr la candidatura. La legisladora federal seria casi en automático la candidata de Acción Nacional en caso de que la llamada cuota de “equidad de género” se imponga en este municipio.
Por si no fuera poco, el nombre de Cesar Mancillas Amador sigue cobrando fuerza no obstante que sus propios compañeros de partido se encuentren empeñados en desacreditarlo.
Cierto es que el ex alcalde esta convertido en una autentica piedra en el zapato. Una piedra filosa que lastima e incomoda. Una piedra que no da marcha atrás y que dejado latente la advertencia de acogerse a una estructura partidista ajena con tal de lograr su propósito.
Mancillas, minimizado y todo, podría abrir una zanja lo suficientemente grande como para que Acción Nacional fracase en un tercer intento consecutivo de recuperar un espacio público que ya administro.
Asi las cosas, mientras que en el PRI la baraja para buscar la presidencia municipal se manifiesta amplia y fortalecida que en anteriores procesos, en el PAN el propósito primero, más que impulsar favoritos y presumir musculatura, debe ser alcanzar una unidad que se observa disminuida.