Tras conocerse el ingreso anual de Alejandro Arregui como delegado del Infonavit la semana pasada le planteamos: ¿Encuentra usted una razón lógica para que un delegado regional de Infonavit tenga ingresos por casi 3 millones y medio de pesos al año? Sobre este ejercicio hay dos lecturas, antes y después del 28 de abril.
Durante los primeros días de este sondeo, el 95 por ciento de los participantes se inclinaron por rechazar la idea de que un salario de esa magnitud tenga razones lógicas, especialmente cuando uno de los grandes problemas nacionales está en el orden de la desigualdad.
Y no se trata de restar méritos a las capacidades de la persona, mas bien el punto es cuestionar la forma en que el gobierno administra los recursos públicos y la ligereza con que desde la Cámara de Diputados se aprueban semejantes partidas presupuestales para salarios de funcionarios.
Las opiniones en las redes sociales se polarizaron como si se tratara de un partido de futbol: el voto duro priísta fue directamente por la justificación del dato y el antipriísta, a la agresión personal.
El punto es que en estos temas todos los partidos políticos están involucrados, inclusive habría que plantear si los tabuladores salariales no son una herencia del sexenio de Felipe Calderón o de Vicente Fox.
Volver el asunto personal o estrictamente partidista distrae de lo que realmente es importante: una revisión a fondo de los criterios con que se asignan los salarios públicos, en los tres niveles y en los tres órdenes de gobierno. De no ser así, ¿porqué otros candidatos que también eran funcionarios no han mostrado sus números?
Después del 28 de abril este modesto sondeo captó el interés de una gran cantidad de participantes que si encuentran lógico ese sueldo. ¿personas reales con ganas de participar? ¿acarreados digitales?... juzgue usted.
Influir en las encuestas es una de las formas más baratas de hacer política... dice mucho de la gente que integra el equipo de la campaña. Más aún, es probable que esto ni siquiera esté en la conciencia del candidato, pues en las campañas siempre están esos personajes que resultan más papistas que el mismo papa.
A cinco semanas de la elección, son muchos los factores que indican muy altas posibilidades de Arregui en el distrito XV, especialmente porque el PAN parece haber decidido no competir y todos los demás apuestan a colarse por representación de minorías.
La lectura incorrecta de este escenario y especialmente las acciones que de esto se desprenden, revelan una actitud priísta sumamente consistente con su pasado histórico.