Inicia un nuevo trienio y nuevos regidores asumen la responsabilidad de estar al frente del Ayuntamiento. Sus actitudes y la forma de conducirse en el cuerpo colegiado que integran derivan en decisiones que nos afectan a todos y por esto la semana pasada le preguntamos: ¿Considera usted correcto que los regidores utilicen el celular para enviar y recibir mensajes mientras están en la sesión de cabildo? 9 de cada 10 nos dice que no. Gracias a todos por expresar su opinión.
Esto definitivamente no es un asunto nuevo. La presencia de la electrónica en nuestras acciones cotidianas avanza con un paso firme desde hace varias décadas, sin embargo, la opinión de nuestros usuarios expresada en este modesto sondeo, revela que todavía socialmente se espera que existan espacios vedados a la intrusión de ciertos dispositivos.
El cabildo, al menos en teoría, es un espacio para el debate de las ideas y la toma de decisiones una vez que se han agotado todos los puntos de vista. Esta es su esencia, aunque el sistema de partidos llevó estas buenas intenciones a un esquema de posiciones predefinidas... si el punto lo presenta un adversario se vota en contra, con lo que los juicios de valor se reducen a un conteo previo de los unos contra los otros.
Con los sueldos que pagamos a los regidores se esperaría de ellos una participación informada, con sustento en la investigación y el análisis. Sin embargo, si el dato (o el argumento) que se necesita se lo pueden pasar a última hora por whatsapp, ¿para que hacer el trabajo previo?
Cierto... el hecho de que una persona divida su atención entre el momento físico y el virtual es cada vez más cotidiano. Algunas personas hacen convivir esos dos mundos de forma sumamente eficiente, pero cuando se trata de integrantes de cuerpos colegiados, esta acción equivale a integrar a otros actores a una mesa donde no han sido convocados.