Margarita Zavala deja el PAN pero dijo que seguirá en política y por eso en nuestro sondeo anterior le preguntamos si le gusta como candidata independiente a la Presidencia de la República. El 25 % dice que si... gracias a todos por participar.
Históricamente, la renuncia de un personaje prominente a un partido político merma de manera significativa los resultados electorales, especialmente cuando además de dejar la institución se convierte en competidor. Lo hemos visto en más de una ocasión.
En el carrusel de entrevistas posterior a su renuncia, Margarita Zavala no dejó de agradecer el tiempo que pasó en Acción Nacional y el aprendizaje y las relaciones y todas las cosas que agradecen los políticos cuando quieren decir exactamente lo contrario.
Particularmente en una entrevista con Jorge Ramos, no logró explicar como se deslindaría de los miles de muertos que acompañarán la memoria histórica de su marido por los siglos de los siglos. Esto sólo por mencionar uno de los muchos cuestionamientos que recibiría de convertirse en candidata.
A pesar de esto, el Calderonismo ahora convertido en Zavalismo, mantiene una cuota interesante del voto duro panista, especialmente cuando el margen para ganar una elección cada vez es menor.
En elecciones anteriores se ha criticado de forma muy dura la estrategia del PRI, que ha sido capaz de ir en alianza con cualquier cantidad de impresentables con tal de pepenar uno o dos puntitos porcentuales, que a pesar de las críticas, les ha permitido ganar más de una elección.
Los Calderón Zavala saben perfectamente que su salida del PAN representa dejar al partido fuera de la contienda. Agradecen y apuñalan al mismo tiempo.
El discurso independiente no hay quien se lo compre... el feminista tampoco. En la matemática electoral la resta principal va a ser sobre el panismo y eso deja el campo libre a los demás. El proyecto de los Calderón Zavala es muy claro: si no es para ellos, que sea para el PRI o para Andrés Manuel. La sorpresa independiente todavía brilla por su ausencia.