Cualquier administrador sabe que para mejorar las condiciones financieras de un negocio o de una organización solo hay tres sopas: aumentar ingresos, reducir gastos o vender activos.

Cierto... el ayuntamiento prácticamente está quebrado y ya intentó poner en venta algunos predios, sin éxito por cierto.

Ahora intenta aumentar los ingresos vía parquímetros lo que es extraño, pues pocas medidas recaudatorias prosperan en tiempos electorales. Si el PRI la tiene complicada el 2018, los que aprueban o rechazan estas medidas la van a pensar más de una vez, particularmente por la cantidad de votos que estarían dejando de reportar a las oficinas centrales.

Tampoco se ha dicho que pasará con aquellos que no paguen por el estacionamiento... con tanto automóvil con placas de Anapromex ¿a quien van a presionar? las multas serían como las llamadas a misa. ¿Inmovilizadores? ¿grúas? más molestia y menos votos.

Lo que todavía no intentan los que controlan el Ayuntamiento es reducir la enorme cantidad de gastos, particularmente en la hiperinflada nómina que pagamos todos los ciudadanos.

Y no es exageración... está tan inflada que hasta nos alcanza para patrocinar los escoltas de un montón de gente que no los merece.

Parece un asunto de contradicciones pero en realidad son solo números: Si el ayuntamiento no tiene dinero para pagar, por ejemplo, los escoltas del regidor de Rosarito Eligio Valencia, hay que obligar a los ensenadenses a que cooperen con la causa cada vez que se estacionan en el centro. No es política... son matemáticas.