A propósito de lo que sucede actualmente en nuestra frontera, la semana pasada le planteamos: ¿A qué nivel de gobierno corresponde ofrecer ayuda humanitaria a los migrantes hondureños? La mayoría coincide en que este tema debe corresponder al Gobierno Federal. Muchas gracias a todos por participar.
Desde que se anunció la existencia de la caravana las especulaciones no han parado. Lo cierto único cierto es que Baja California (particularmente Tijuana), se encuentra en la mira de cientos de medios de comunicación locales, nacionales y extranjeros.
Para el 94 % de los participantes en este humilde sondeo, el asunto debe atenderse por el nivel federal de gobierno, el mismo que está a pocos días del cambio de estafeta: a partir del próximo sábado, el asunto queda en manos de Andrés Manuel López Obrador y su equipo de trabajo.
En más de una entrevista AMLO ha mencionado el contacto que mantiene con el presidente Trump, mismo personaje al que los migrantes reclaman atención y demandan asilo.
Entre el rechazo a los indocumentados por parte de Estados Unidos, la presión de organizaciones humanitarias y el público que considera que el asunto es de orden Federal, la primera decisión difícil del nuevo presidente se presenta en condiciones que hasta hace poco no podrían haber sido anticipadas.
¿Que de las consecuencias se culpará a Peña Nieto? No lo dude... será otra raya al tigre. Sin embargo, las decisiones a partir del 1 de diciembre requerirán algo más que un discurso anti sistema.
Si se apoya a los migrantes ¿cuántas caravanas más vendrán en camino? ¿Qué podrán exigir los migrantes nacionales que provienen de estados con altos índices de pobreza?
Si se niega el apoyo ¿cómo queda la popularidad y el bono democrático que disfruta todo presidente recién llegado?
No falta mucho para que el nuevo presidente muestre las cartas y nos de una muestra de lo que será el sexenio. Para bien o para mal.