Desde hace alrededor de un mes me enfermé, y por razones médicas, me mandaron a descansar y evitar en lo posible mantener el acelerado estilo de vida que por el mismo trabajo siempre he tenido.
¿Que ocurrió? un desmayo mientras manejaba (alcancé a estacionarme) que estuvo acompañado por convulsiones y mas tarde un intenso dolor de cabeza que duró varios días.
No quise que me hospitalizaran, pero cuando finalmente acudí al médico me incapacitó (me puso quieta) y me dieron un “delicioso” coctel intramuscular que me convirtió durante varios días en un agujetero humano, que contemplaba desde relajantes musculares pasando por medicamentos para el dolor, desinflamatorios y algunas otras cosas más. Obviamente me mandaron hacer análisis de todo.
Mientras tanto, uno de mis mejores amigos (menos mal que es mi amigo) me dijo que no me preocupara que lo que había ocurrido era que mis dos únicas neuronas habían chocado y esto había generado el problema.
Cuando le dije que me sentía un poco torpe para hablar y coordinar las ideas por el medicamento, me dijo que no le echara la culpa a la medicina... preocupante sería lo contrario.
Otro, mas, me aclaró que si algún médico trataba de insinuar siquiera que presentaba un cuadro de demencia, no me preocupara porque “loca” ya estaba y era un asunto crónico y tan viejo como yo, además conocido.
Uno más, me ha venido a visitar constantemente y me trae siempre algún postre, aclara que hay que ser amable con los moribundos y luego me ha dicho que no me preocupe por mi obituario, el lo va escribir y no cree que ocupe mas de un párrafo... yéndose largo.
Como yo también lo aprecio y a sabiendas que es diabético y ama las galletas, trato de tenerle siempre algún dulce al que no se pueda resistir, y generalmente no lo hace, pero me ha pedido que yo no escriba su epitafio... le preocupa que tenga faltas de ortografía, o en lugar de eso lo escriba en Los pelos de la mula.
Otro de los que me dicen quererme (mi marido) me ha dicho que es tanta su solidaridad conmigo que si en la casa alguien debe de quedar viudo... prefiere ser él.
Vamos lo que me han sobrado son ánimos.
Ya en serio, debo aclarar que si, en efecto estoy enferma y hasta ahora no me han podido definir que es.
Por ahora estoy en espera de la cita con el neurólogo para ver si me pude explicar de que se trata y si es algo pasajero, permanente o de plano, si pregunto cuanto me queda de vida empieza a ver el reloj y contar... cinco, cuatro, tres.
Mientras tanto, ya en serio debo agradecer a todos los que se han preocupado por mi salud, y me han ofrecido su solidaridad y su apoyo, con la confianza de que en unas cuantas semanas mas, estaré de nuevo en la calle... reporteando.
P.D. No, no estoy en el manicomio... todavía.
P.D. Tampoco estoy desahuciada.