El jueves en conferencia de prensa el Gobernador del Estado José Guadalupe Osuna Millán se molestó seriamente con una reportera (yo) porque le pregunté si el romance que tenían con el Ejercito, tras los hechos de los últimos días había concluido.
Y es que en un escenario por demás surrealista y vergonzoso los Bajacalifornianos nos enteramos que el único mando en el Estado, que no Mandatario, era el Comandante de la II Zona Militar que respondiendo a un reto del Procurador, sacó no solo los trapos sucios, sino que se dio el lujo de sacar a la luz pública una carta que felicitada por muchos, en la forma que se manejó, se convirtió finalmente en un chismarajo de vecindad aprovechado por otros para hacerlos mas grande.
Al Comandante Militar se le olvidó que la sociedad vive inmersa en el mundo de los Reality Show y que lo último que se esperaba era que a los Divos civiles que se tienen en todos los espacios, se sumara uno de uniforme verde.
Que hay corrupción en las corporaciones, interesante descubrimiento.
Que todos saben exactamente quienes son los que llevan y traen la mugre tampoco es una novedad, como tampoco lo es que en Baja California desde hace muchos años se tienen “Los mejores jueces que el dinero puede comprar y que si quieres que un asunto no se resuelva y liberen a los malos, pídele a la PGR que atraiga el caso, aunque hay ocasiones en que no hay que pedírselo, solita llega”.
Sin embargo aunque en las corporaciones hay gente corrupta como la hay en el ejército y además más baratos, (eso dicen los delincuentes), también es cierto que en todos los bandos, hay gente honorable que trabaja por convicción y a la que con esta serie de pleitos de vecindad han embarrado con singular entusiasmo.
Los embarraron por una razón muy sencilla, porque el General en la primera carta que le atribuyen generaliza y habla mucho pero no actúa porque no presenta el documento acompañado con las denuncias penales respectivas de sus dichos (deja la víbora chillando pues)
En este documento, da muchos datos, pero también es cierto que no aporta pruebas e incluso en uno de estos acude al anonimato y las suposiciones, caso específico de “una asesora del Procurador” que liga al CAF pero que no da el nombre, pero permite que se especule el mismo.
Mientras esto ocurre, ni el Gobernador ni el Procurador, dan pie con bola a la hora de responder, “los chamaquean” de una manera tal que son observados por la mayoría de los ciudadanos como un par de hombres pusilánimes incapaces de una respuesta coherente y sobre todo en donde marquen con claridad quien es quien tiene el mando en el Estado, si el Gobernador o el Comandante.
Pero no solo eso, los policías buenos, los decentes que también hay en sus filas, están mas que concientes ahora que los jefes en una situación de crisis los van a abandonar y que cualquier libelo, denuncia pública o chisme tendrá mas peso que su palabra o su trayectoria.
Porque antes de reclamar de una manera fuerte y contundente e investigar, como lo hubiera hecho Eugenio Elorduy, agacharon la cabeza y han dicho a todo que si.
Vamos pues, han regresado al romance que tienen con el Ejército en donde su relación será de “Pégame pero no me dejes”.
P.D. Es lo malo de casarse por conveniencia y no por amor.
P.D. Y es lo malo de convertirse en el Partido en el Poder, ya no puedes opinar si formas parte de él.