El campesino se llama Raúl Ávila Andujo, a quien por extraño que parezca le tocó nada mas y nada menos como representante en el juicio un abogado decente, de nombre Juan Diego Dávila.

Pero no solo eso, su caso llegó a tribunales laborales donde hubo empleados “eficientes” que hicieron su chamba como debían hacerla o no se dieron cuenta del “pastelote” frente al que se encontraban. (malpensada que soy)

El hecho es que Raúl, interpuso contra Wal-Mart una demanda laboral, porque les retiró a los trabajadores el transporte que los llevaba de La Villita, su pueblo, a Chihuahua a 70 kilómetros de distancia, donde la transnacional los contrató para trabajar.

Raúl había sido durante seis años asociado, (como les llaman las cadenas gringas a sus trabajadores) en el departamento de frutas y verduras y en su sueldo le entregaban vales de despensa, 400 pesos que solo podían cambiarse en la misma tienda de Walmart.

Un día, el corporativo empezó a recortar personal y el camión que iba y venía por los empleados se los quitaron y Raúl se quedó sin trabajo, porque a las 11 de la noche que salía no había en que regresarse y como no lo despidieron, pues entonces no lo quisieron liquidar.

Fue entonces que Raúl decidió presentar una demanda en la Junta Local de Chihuahua y el caso fue tomado por un abogado que por espacio de un añol llevó este caso, donde salieron a relucir en el contrato de previsión social de los empleados que los vales de despensa que entregaba Walmart a sus trabajadores, solo podían cambiarse en la misma transnacional.

Walmart, pues, como en el Porfiriato, es una moderna tienda de raya, y así fue como lo resolvió la Suprema Corte de Justicia de la Nación quien decidió resolver a favor del trabajador y eliminar esta cláusula laboral eliminando el Plan de Previsión Social de la cadena en México.

Ahora Wal-Mart tendrá que pagarle a Raúl, liquidarlo y eliminar esa trampa que como muchos otros grandes corporativos han inventado para fregarse a sus trabajadores, bajo el argumento de que es una manera de que no se les descuenten tanto de impuestos.

Sin embargo, la mayoría de los empleados tiene pánico de denunciar, o desconocen sus derechos y son sujetos a pago “por honorarios y sin derecho a servicios médicos” como hacen la mayoría de los medios de comunicación con sus trabajadores.

Cuando se les hace trabajar en horarios de ocho horas con 15 minutos para comer, como algunas tiendas de ropa.

A contratos de 28 días para no generar antigüedad o a no prestaciones ni derechos por no pertenecer al Sindicato.

Las irregularidades son múltiples, pero como en el caso de Raúl, solo se ponen al descubierto cuando el trabajador ha sido despedido y la denuncia fue para ver que pasa.

No hay quien inspecciones y revise que se cumpla la Ley.

Hoy pues, Walmart enfrenta en México, una de sus más grandes crisis, porque se podría sentar un precedente y miles de empleados de la cadena acudir a demandar a partir de este lunes en un caso que de antemano esta ganado.

Es una verdadera lástima que no se tenga esa misma eficiencia en otros temas porque si así fuera, México y los Mexicanos tendríamos por contar otra historia.

P.D. Wal-Mart es la firma comercial más influyente del siglo XXI. cada año moviliza casi 250 mil contenedores desde Asia para abastecerse a escala mundial.

Si fuera un país, Wal-Mart sería una de las 30 naciones más ricas del mundo, por encima de Austria o Arabia Saudí.

Las ventas de la firma equivalen a dos mil millones de dólares mensuales y superan el 2 por ciento del PIB nacional.

Sus trabajadores suman 160 mil y el número de proveedores llega a 15 mil 437.

P.D. Por eso la resolución de la Suprema Corte es tan sobresaliente.