Desde el inicio de ésta Administración Municipal ha sido notable y notoria la superficialidad de los funcionarios públicos, si no de todos si de buena parte de ellos, en donde el protagonismo, vedetismo y estupidez se conjugan de tal manera que da vergüenza ajena.

Ésta última demostración de superficialidad es grave, porque aunque no sea un acto ilegal, si atenta, lo quiera o no ver el alcalde contra situaciones de crisis que enfrenta el Ayuntamiento.

Vamos, como le presumen a los trabajadores despedidos del sindicato que mientras a ellos los ayudan a sobrevivir sus compañeros, funcionarios que acaban de arribar a la alcaldía compran carro del año.

Como le presumen a los bomberos que mientras ellos se juegan la vida con trajes raídos, con bombas inservibles y mangueras rotas, ellos si pueden comprar un vehículo nuevo, por supuesto, a la vista del público para evitar malas interpretaciones.

Es vergonzoso, que planeen comprar los automóviles en flotilla, cuando no han logrado un financiamiento urgente para reponer las patrullas, es lastimoso observar el patio de Seguridad Pública llena de cadáveres de unidades oficiales.

Es grave que el alcalde declare sin el mínimo pudor, que si compran en bloque le garantizan a la concesionaria el pago directamente descontado de la catorcena... sabe a quien le importa eso, a la concesionaria, a los ensenadenses la verdad, nos molesta.

Como es posible se deben preguntar muchos de sus proveedores que el Ayuntamiento pueda garantizar el pago descontado en catorcenas cuando a sus proveedores no les paga a tiempo.

Me pregunto, incluirá su proyecto ahora, tiendas departamentales, autoservicios, mueblerías y para ser democráticos loncherías en las que se abonan en bloque los trabajadores que no pueden pagar restaurante.

Esta acción resulta si no ilegal, si sospechosa, porque el interés de garantizar un pago no es precisamente el trabajo de un Presidente Municipal a menos que los planes para atraer inversión incluyan canonjías y privilegios.

Pero, en Ensenada la autoridad ha resultado vedette, que no diva y sus caprichos que no lo olvide el alcalde mas tarde o mas temprano le pasarán la factura.