Del 21 al 25 de abril le planteamos en Ensenada Net… Deja Hirata Chico la candidatura del PRI por motivos de salud, Enrique Pelayo será el candidato. Este movimiento beneficia a: PAN, PRI o no sabe.
El 63 % de quienes participaron opina que este movimiento es favorable al PAN, mientras el 26 % opina que es de ayuda para el PRI.
En cuestión de política, el tema que en los meses anteriores había captado la atención del público era la elección interna de Acción Nacional.
Las pre campañas blanquiazules se desplegaron y los nombres de los aspirantes a cualquier cosa pelearon por las luces de los medios.
Paralelo a esto, el Partido Revolucionario (más Institucional que nunca) permanecía con ojos y oídos atentos a las líneas estatales y desde luego, nacionales.
La votación interna arrojo el triunfo de Hirata y apenas en las primeras aproximaciones respecto a como sería el proceso con los protagonistas definidos, el rumor de un infarto sufrido por el candidato del PRI atrajo toda la atención que en meses anteriores no había conseguido.
A media semana se supo que el ex diputado federal Enrique Pelayo tomaría la estafeta, incluyendo a Hirata como suplente y conservando la planilla de regidores ya definida.
En nuestro ejercicio, la mayoría se inclina por pensar que este movimiento es favorable al PAN y quizás tengan razón.
Entre todos los posibles candidatos del PRI, Gilberto Hirata era el único insertado de forma reciente en la memoria colectiva de la comunidad: ganador de una elección abierta para ser presidente de partido, contendiente por la presidencia municipal y hace menos de tres años, electo diputado local. En resumen: la marca política priísta de mayor exposición en los últimos quince años.
Ganar la elección constitucional, como siempre, será cuestión de votos. Los votos vendrán del marketing político, nos guste o no. Ocho semanas para posicionar un producto, aun con voto duro, es un verdadero reto para cualquier coordinador de campaña.
En el nuevo escenario que se establece para el inicio del proceso, Enrique Pelayo deberá recorrer un camino en el que su oponente lleva ventaja considerable.