Y es que los pleitos, dice la sabiduría popular, ni ganados son buenos.

En las últimas semanas fue notable el distanciamiento entre Gobernador y Alcalde Electo, sin embargo, el discurso de este último al protestar como Presidente Municipal dejó clara una posición de combate que poco tiene que ver con un espíritu conciliador.

Como muestra un párrafo de lo leído por Pelayo: “Falta de visión de gobiernos anteriores impidió al pueblo de nuestro municipio hacer frente a los obstáculos que desalentaron el avance de sus actividades económicas y así se abatieron turismo, pesca y comercio. Por esa miopía e irresponsabilidad de autoridades anteriores, Ensenada se estancó.”

Osea… abrió fuego y sin otorgar el caballeroso derecho de réplica.

La represalia llegó al dia siguiente, cuando en la primera sesión de cabildo se le voltearon dos votos de regidores del PAN, que se dice ya tenía amarrados para nombramientos estratégicos en su administración.

Es probable que la pérdida de esos votos haya sido calculada, sin embargo la que no esperaba nadie llegó por una división entre los regidores de su partido.

Una buena noticia para la minoría que gusta de la confrontación… el Presidente Municipal ya tiene dos enfrentamientos declarados antes de cumplir la primer semana de gobierno: uno con el Gobierno del Estado y otro, con los regidores que se suponía debían estar a su lado. Buena noticia para ellos, mala para todos los demás.