Del 3 al 9 de enero le planteamos en Ensenada Net… Cuando un grupo de militares comete un delito del fuero común (robo), ¿quién debe actuar? El 70 % de quienes participaron opinan que esos casos deben ser atendidos por la justicia civil.
Este tema no es nada nuevo, más bien es recurrente… se pone en el mesa de la opinión pública cuando ese mundo desconocido que debemos admitir como si fuera dogma de fe, se encuentra de forma violenta con la realidad del resto de los mexicanos.
La última nota del año pasado fue sobre el robo de un automóvil que derivo en una persecución de policías contra ladrones. Como seguramente sabe, el auto tripulado por los delincuentes llegó hasta la barda de la guarnición militar y fue abandonado por los rateros, que ingresaron a instalaciones del ejército sin que sus persecutores pudieran hacer algo al respecto.
La Procuraduría General de Justicia del Estado inició de inmediato la averiguación previa e incluso, el procurador informó que se llamará a declarar a quien negó el acceso a la policía municipal a instalaciones del ejército.
El robo de un auto es un tema cotidiano. El que una persona encubra a otra para evitar el peso de la justicia, por desgracia también lo es. Lo realmente lamentable es que en este caso, ambos temas tienen el común denominador del uniforme militar.
De comprobarse las presuntas responsabilidades, la del robo y la del encubrimiento, será otro caso más en el que la institución asume un problema de imagen pública de forma innecesaria; el hecho de no actuar a tiempo contra un delincuente sólo porque lleva uniforme, incluye una factura que afecta a todas los militares por igual.