Del 2 al 9 de mayo planteamos a nuestro público: El gobernador recomienda no dar información personal en retenes. Usted... ¿se atrevería a negarle un dato a los militares? 53 % optó por el SI mientras el 47 restante eligió el NO. Gracias a todos por su participación.
En un verso de la canción Noche de Bodas, el cantautor español Joaquín Sabina recomienda: “que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena”.
Enfrentarse a quien ejerce una posición de autoridad, especialmente cuando carga un arma y está acompañado de otros que visten el mismo uniforme, es un auténtico dilema, porque nunca sabemos ante quien estamos. Lo peor es que sus jefes probablemente tampoco lo sepan y entonces ser valiente puede salir muy caro.
El 10 de febrero, por ejemplo, le informamos de un grupo de 10 soldados que fueron puestos a disposición de la PGR por su presunto vínculo al crimen organizado.
Días antes usted pudo haberlos visto ejerciendo sus funciones… días después, tras las rejas enfrentando un proceso por su presunta relación con narcotraficantes a los que se dice, dejaban cruzar los retenes de sur a norte.
En un comunicado de prensa, la Procuraduría General de la República manifiesta su mano dura contra todo funcionario transgresor de la ley, pero eso es cuando ya lograron detectarlos… el problema es antes de eso.
Nadie podría explicarlo mejor que el refranero mexicano: “de valientes y glotones están llenos los panteones”.
Si usted detecta una conducta irregular por parte de un servidor público, el que sea, lo primero que debe hacer es salir de la zona de riesgo. Guarde en su memoria todos los datos posibles sobre ese encuentro desafortunado y si quiere dejar testimonio de su valentía, denuncie ante la autoridad correspondiente, con copia a los medios masivos de comunicación.