Pues resulta que en el informe nos hemos enterado que el Carro que tenía el alcalde Jorge Catalán estaba descompuesto y sin reversa.
La noticia es trascendente para Ensenada si consideramos que dicho vehículo acaba de salir del taller y le han dado servicio y compuesto la reversa.
Frase mas tranquilizante no se había escuchado en esta gloriosa y bienamada Bahía de Todos los Santos, San Mateo o Ensenada, sobre todo cuando el carrito en cuestión, no solo no tenía reversa, sino que se quedó sin frenos, cuesta abajo y con el acelerador pisado.
Es cierto que en el camino, quedaron algunos cadáveres de paisanos que fueron atropellados y desparramados en el pavimento, con vísceras y todo, cuentan que hubo que utilizar espátulas para despegar los pedacitos.
Es cierto también que hubo algunos transeúntes que creyéndose Van Dam, Shwartzeneger o Stallone, se lanzaron sobre el carrito en cuestión para quedar como Jesucristo, en jueves santo, por allí de las cuatro de la tarde.
Es cierto también que en mas de una ocasión el carro no atropelló a un inofensivo transeúnte, sino a un grupo completo que para cuando trataron de quitarse ya los habían dejado como a los bolos del boliche, en el piso y desparramados.
Pero también hubo algunos que cuando vieron el carro, se subieron a la banqueta, lo vieron pasar, notaron el desgarriate que había hecho y lo publicaron.
Por supuesto luego los persiguió para atropellarlos y como estos se escondieron buscó un charco y los salpicó de lodo, el caso era que no se le escaparan.
Sin embargo hoy habría que anotarlo para la historia; 30 de noviembre de 2002 siendo las 11 de la mañana con mas de 25 minutos, por fin compusieron los frenos del carro, le arreglaron la reversa y está listo para el próximo lunes en que recién afinado saldrá a la calle.
Espero que el taller a donde llevó su auto el Doctor, no sea como algunos que ha clausurado la PROFECO y le hayan dejado algún detallito que sorprenda nuevamente a los Ensenadenses de bajada, sin frenos y con el acelerador pegado.