Desde hace muchos años el Arroyo el Campillo, que baja desde los cerros cercanos al Ejido Chapultepec, lo cruza y va al mar, ha sido un auténtico dolor de cabeza siempre que se presentan lluvias como las que se vivieron en la zona en las últimas horas.
Sin embargo, nadie ha hecho nada por resolver un asunto que por ley debía tener ya una solución, sobre todo cuando el interés de muchos ha sido afectado en detrimento del interés de unos pocos.
Y es que en el tema del campillo, los colores de los partidos políticos para variar son lo que ha bloqueado una solución al asunto, en donde ambas partes han dicho esta mula es mi macho, y ni quien los mueva.
Sin embargo ya no es un asunto de patadas entre mulas, sino de afectación al patrimonio de terceros que con enormes sacrificios han logrado hacerse de una casa, que ahora resulta que con las primeras tres gotas de agua se inunda.
El campillo siempre ha sido un arroyo, tan lo ha sido que hasta nombre tiene, el Campillo siempre crece cuando llueve, sino no habría que recordar que efecto ha tenido sobre el ejido Chapultepec y la Calle principal, no la pavimentada sino la de la delegación cuando llueve y este sitio se vuelve intransitable.
Habría que recordar como una de las casas que hay en el Ejido que va a la Calle Juárez del mismo sitio, tuvo propietarios tan inteligentes que montaron su vivienda sobre el lecho del arroyo, sobre pilotes que permiten que el arroyo transite libremente y vaya a dar al mar como Dios Manda.
Sin embargo, algunos intereses no muy claros, permitieron que los constructores de los nuevos fraccionamientos se pasaran las reglas por el arco del triunfo y no construyeran un cauce que pusiera a salvo las construcciones de Porticos del Mar.
Luego los ejidatarios que tampoco cantan mal las rancheras, hicieron lo suyo, un poco de tierrita aquí, un poco de escombros allá y un poco de berrinche fue suficiente para que los que deben hacer que se cumpla la ley decidieran hacerse los occisos.
Hay una parte que no me queda clara, como es posible que un arroyo como el campillo, que tiene un cauce natural como todos los arroyos, no lo haya tomado la federación como le corresponde por ley para administrarlo y establecer, cauce y márgenes.
Como es posible que el Ejido si pueda decir por aquí nadie entra cuando en las concesiones de arena la federación Comisión Nacional del Agua es quien definió que se hacía con los materiales del lecho de los arroyos y definió precisamente eso, lecho y márgenes sin pedir autorización de los ejidos.
Porque los derechos y las leyes si se aplican en unos casos y en otros no, o lo que es lo mismo, que el Campillo no cuenta como arroyo porque de el no pueden sacar mucha arena?
Si ya se, soy muy mal pensada.