La semana pasada le planteamos. Después del debate entre candidatos a la presidencia de la república... ¿cambió su intención de voto? El veinticinco por ciento nos dicen que si. Gracias a todos por expresar su opinión.
Un evento de solo dos horas, puso más polémica en la mesa que varias semanas de una campaña política en la que todos juegan de acuerdo a lo que indica el manual: el puntero a no perder, el segundo y el tercero a golpear al primero, y un cuarto con la libertad que otorga el nada que perder.
Nuestro ejercicio, a pesar de las limitaciones, ofrece una panorámica general de lo que ocurre en la opinión pública. Uno de cada cuatro es demasiado, especialmente cuando la definición puede darse a partir de un resultado sumamente cerrado.
Al finalizar el debate todos se declararon ganadores, sin embargo, Josefina y Andrés Manuel no tardaron en incluir en su lista de temas a tocar la presencia de Elba Esther en todo lo referente al candidato de Nueva Alianza.
La militancia dura difícilmente cambiará su decisión, es un hecho de toda campaña. Ahora, tanto Josefina como Andrés Manuel deben calcular que los votos que en el camino logren quitarle a Peña Nieto no caigan en el terreno de Quadri.
Dentro de cuatro semanas viene un segundo debate y será interesante ver como llegan y como salen de él.