El caso ha dejado, una vez mas claro, que en México, lo de menos es cometer actos ilegales, de cualquier tipo, siempre y cuando se tenga un buen abogado, dinero suficiente y un Juez dispuesto a aceptar los rincones jurídicos que permiten las excepciones que confirman la regla.

En este caso en específico, el fallo del juez, es un pésimo ejemplo para una sociedad que con mucha dificultad, empieza a entender conceptos como sustentabilidad y protección al ambiente .

Es además una auténtica majadería para las cooperativas y empresas pesqueras que con gran esfuerzo han logrado aplicar reglas para aprovechar productos sin afectar el medio ambiente y sin sobreexplotar especies.

El Juez establece en su fallo que estos piratas pueden mover su media tonelada de abulones de talla menor, y ni la conapesca ni seguridad pública los pueden detener.

El Juez nunca exigió a los piratas, ni por asomo, el documento que se les ha solicitado desde el primer momento y con el cual el abulón no hubiera entrado en litigio, los documentos que los pescadores legales deben mostrar para sacar, mover y vender el producto.

Aceptó otro montón de papeles, como que el vehículo donde movían el molusco era de la empresa, pero nunca el que generó este litigio.

Ese documento sigue sin ser presentado, y el Juez undécimo entregó de facto una especie de licencia para mover producto pirata a una empresa que cateada tras el primer decomiso resultó que tenía otros productos mas irregulares en su planta.

El fallo del Juez es posiblemente un acto donde se aplicó la ley, pero al hacerlo, no se cumplió con la justicia, porque pone en la calle, media tonelada de abulón pirata que necesariamente deberá ser adquirido por empresas fraudulentas ya que a menos que se falsifique una factura, nadie de manera legal, lo podrá comprar.

El abulón pues, con todo y lo que diga el Juez, sigue siendo pirata e indocumentado.

P.D. Lo sostengo, el abulón sigue siendo pirata, aunque los piratas sean finísimas personas.

P.D. Y si, si estuve en el lugar el día que los detuvieron, cuando amenazaron con ir por ellos, cuando se los regresaron y con suerte en lo que presumo que va seguir.

P.D. Si tanto les molesta, presenten la factura y el permiso... si existe.