La ausencia de liderazgo como nunca se ha manifestado en esta corporación donde a cambio de esta notable carencia se ha optado por dos técnicas socorridas por quien no sabe hacer las cosas: indiferencia y mano dura.

La división al interior de la policía municipal es notable.

Un comandante que no comanda a nadie porque no le permiten que lo haga, ni se le respeta como tal, si no esta de acuerdo ya lo han arrestado.

Un Director ausente, rodeado de guaruras, que despacha en la parte alta del edificio y que no se daría cuenta si las oficinas fueran tomadas por el ejército como sucedió hace algunos años cuando detuvieron al Mayelito.

Un Subdirector operativo, el Director en funciones, bien intencionado, pero que no ha logrado a su alrededor un equipo sólido y solidario, que es indispensable en este tipo de grupos.

A eso se le suma funcionarios públicos que apenas, van a ver como resolver el asunto de los viáticos de los agentes.

Existe una ausencia de leyes y reglamentos claros que especifiquen de una vez por todas quien rige a esta corporación, la ley del servicio civil, los reglamentos interiores, la ley federal del Trabajo o que.

Se pudiera culpar de todos los males de Seguridad Pública a la Administración Municipal actual pero sería injusto.

Han sido muy pocos los alcaldes que han tenido interés en los policías, a lo largo de los años, muy pocos los directores cuyo paso ha sido notable, y han tratado de hacer algo por los uniformados.

Hasta hace algunos años si un policía moría en servicio no tenían siquiera un seguro de vida.

Sus uniformes y sus armas de cargo las debía comprar ellos, aun son ellos los que compran zapatos especiales para el uniforme, 700 pesos cada par.

No podían tener acceso a créditos de vivienda o bancario, por tener un trabajo muy arriesgado.

Por si fuera poco, los policías que son enviados a otras delegaciones, El Mármol, Puertecitos, El Rosario, Villa Jesús María, Bahía de los Angeles, San Quintín y otras deben pagar sus viáticos y su estancia.

Y el Director de la Policía, los administrativos, incluyendo al Síndico, Alcalde, Oficial Mayor, si va a Tijuana, Mexicali o Tecate en gira de trabajo, o a reuniones ¿ellos pagan sus viáticos o los paga el erario?.

Son muchas las preguntas que se hacen los agentes, que irritan a un grupo de por si sometido a la presión de un trabajo de alto riesgo.

El alcalde y su administración tienen como nunca la posibilidad de clarificar de quien es responsabilidad que cosa y como se va solventar.

La indefinición, la desorganización, las excusas y las culpas son de los mediocres, mas que voltear a ver quien no lo hizo, es tiempo de hacer la tarea y resolver la situación de los agentes policiacos.

Ellos seguirán siendo policías aunque la administración actual deje de serlo y dejen pasar la oportunidad de clarificar su situación.