Miseria humana, así me definió hace unos días un gran amigo, el caso de maltrato de niños mixtecos en Maneadero, un maltrato que por lo terrible se convirtió en noticia y tema de conversación en muchos espacios.
Sin embargo, este caso de maltrato es la punta de un Iceberg de una situación criminal en que viven cientos o miles de niños mixtecos en Baja California, ante la complacencia hipócrita de autoridades, organizaciones no gubernamentales e indigenistas que amparados en cuestiones culturales pretenden que el tema no trascienda demasiado.
Los niños mixtecos son desde que inició esta migración agrícola las víctimas silenciosas de todos los que han callado ante la explotación a la que son sometidos cuando son obligados por sus padres a trabajar en el campo por salarios miserables y eso les impide ir a la escuela.
Los niños mixtecos son víctimas de los grandes terratenientes y propietarios de rancho que saben de antemano que no hay mejores manos para muchos cultivos por la delicadeza del toque que se ocupa para levantar ciertas cosechas como fresa y tomate cherry o amarrar manojos de cilantro y cebollín.
Los niños mixtecos son víctimas de los diputados que no han creado leyes para que se persiga de oficio la explotación de la que son víctimas al obligarlos a trabajar cuando debían de asistir a la escuela y jugar.
Los niños mixtecos son víctimas de sus raíces culturales que permiten que a las niñas se les venda en la pubertad a hombres mayores a cambio de una dote, que lo mismo puede ser en efectivo que en ganado, tierras y ocasionalmente una botella de alcohol.
Los niños mixtecos son víctimas de las autoridades judiciales que se escudan tras el derecho para no hacer lo que se debía hacer por justicia, perseguir a quienes realizan esta explotación.
Los niños mixtecos son víctimas de las autoridades laborales que aseguran que ya no hay niños trabajando, cuando saben que no es cierto.
Los niños mixtecos son víctimas de los patrones que no otorgan a los padres un salario digno que les permita entonces si, exigir que no haya un niño mas en los zurcos.
Los niños mixtecos son víctimas de la pobreza, de la marginación, del hambre, de la ignorancia y de la enfermedad.
Pero también son víctimas del egoísmo, de la demagogia, de la injusticia y de cada uno de nosotros que al verlos sucios, mocosos, con los cabellos parados, los pies descalzos y una caja de chicles, solo atinamos hacernos a un lado.
Los niños mixtecos no son importantes, por una razón muy simple: aun no votan.
Alguna pregunta?