El hecho sin precedentes especialmente de un gobierno que presume el bien común, es de nuevo el abuso sobre los que menos tienen; pequeñitos que han sido recogidos y alimentados por particulares, porque para el Estado los niños parecen ser una molestia.

Lo absurdo de esta historia es que de hecho los niños que se atienden en esta casa mas del 90% son enviados por el propio gobierno del Estado que por cierto no aporta ningún recurso a la institución.

Los recursos son aportados por el extranjero, especialmente norteamericanos que condolidos por los niños mexicanos que no tienen nada o si tienen los maltratan ahora deben recibir un maltrato mas, pero del propio gobierno estatal.

Lo mas absurdo del asunto es que el problema, se da cuando los panistas, están tan entretenidos en los empujones y golpes bajos para ver quien agarra un hueso que las declaraciones rayan en el cinismo y lo vergonzoso.

Como es posible que pueda existir este nivel de insensibilidad, como es posible que el dispendio del gobierno municipal y estatal si tengan para pagar cosas superficiales y no sean capaces de resolver una situación de emergencia en un orfanatorio.

Seria interesante saber donde están las voces de los políticos, en especial la del gobernador que en nueve ocasiones visitó Ensenada en las campañas de diputado Federal y esta tan interesado en misiones a China y regasificadoras que no se da cuenta lo que hacen sus funcionarios.

En la CESPE, sabrán lo que significa la palabra desamparo, sabrán lo que significa pobreza, maltrato y hambre.

Sabrán lo que significa inconstitucionalidad porque es inconstitucional cortar el agua y es un acto de maldad hacerlo a un orfanatorio.

Diría mi abuela sabrán lo que significa haber tenido algún día progenitora, Porque si alguna vez la tuvieron, me refiero a los políticos lo disimulan muy bien.

Es increíble que no haya una política gubernamental que atienda este tipo de asuntos, pero mas increíble que alguien dentro de la CESPE, pueda decidir dejar sin agua a un sitio lleno de niños pobres y que encima no solamente, no le remuerda la conciencia sino que tenga el cinismo de decir que estaría dispuesto a negociar el pago.