Ahora resulta que en el plantel opera un sindicato de trabajadores del que nadie, excepto los directivos del colegio agrupados en una Asociación Civil, conoce a sus dirigentes.

En los contratos individuales de trabajo que se hace firmar a empleados administrativos y académicos, al final y luego de enumerar las clausulas que regirán la relación laboral, se especifica en mayúsculas que:

“LEIDO QUE FUE EL PRESENTE CONTRATO POR LAS PARTES LO FIRMAN POR CUADRUPLICADO, QUEDANDO UN TANTO EN PODER DE CADA UNO DE LOS CONTRATANTES REMITIENDOSE UN TANTO A LA DIRECCION DE EDUCACION PUBLICA DEL ESTADO Y OTRO AL SINDICATO UNICO DE MAESTROS Y TRABAJADORES DE LAS ESCUELAS PARTICULARES EN EL ESTADO ARTICULO 123”.

Entrevistados, maestros del plantel y trabajadores administrativos aseguraron desconocer la identidad de los directivos del sindicato, que tampoco han sesionado como agrupación sindical y que en sus hojas de nómina no vienen descuentos por concepto de cuotas sindicales.

Antes, en la clausula DECIMA PRIMERA del contrato individual de trabajo, se hace constar que:

“Las partes convienen en que todo lo no previsto en el presente contrato, se regirá por lo dispuesto en el Contrato Colectivo de Trabajo con el Sindicato Único de Maestros y Trabajadores de las Escuelas Particulares en el Estado Artículo 123, y en la Ley Federal del Trabajo”.

Ni maestros, ni trabajadores administrativos del Colegio Guadalupe Victoria conocen los estatutos del referido sindicato, tampoco si son parte del mismo y mucho menos los estatutos que lo rigen.

Urgieron de las autoridades laborales una investigación a fondo en donde se precise quiénes son los directivos del Sindicato Único de Maestros y Trabajadores de Escuelas Particulares en el Estado Artículo 123, así como el contenido del contrato colectivo de trabajo que tiene suscrito con el plantel educativo.

Empleados despedidos del Colegio Guadalupe Victoria indicaron que les ofrecieron cantidades económicas que no se sujetan a lo que establece la Ley Federal del Trabajo (LFT), a sabiendas de que al acudir a las instancias laborales se toparan con una burocracia oficial que vuelve lentos los procesos, y en caso de recurrir a la contratación de abogados externos estos terminan por quedarse con una buena parte de su liquidación.

La semana pasada trascendió que los afectados por los despidos mandarían una misiva al Obispo de la Diócesis de Ensenada para enterarlo de lo que ocurre al interior del Colegio Guadalupe Victoria, documento que también harán llegar a la Congregación de Las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres, a la que pertenecen las religiosas que administran el plantel educativo.