Pisar esta tierra, indígena, Española, Mexicana y ahora Estadounidense me lleva a dejar correr el velo del tiempo y pensar en lo antes, en lo más antes. En lo que fue de muchos, entre ellos, nosotros, y es ahora extraño.

En esta breve reseña quiero pintar con una brocha muy ancha algunos pincelazos de lo que está sucediendo en los dos valles vinícolas más importantes y famosos de los Estados Unidos y de un gran grupo de familias de origen mexicano que han logrado sobresalir en ellos. Hablo de los valles de Napa y Sonoma.

En esta región vinícola al norte de la Bahía de San Francisco, se encuentra un creciente número de mexicoamericanos que son parte de una nueva generación de vinicultores y propietarios de viñedos y bodegas. Orgullosos de sus raíces, alguna muy humildes, ya que muchas de estas personas son hijos de trabajadores inmigrantes, o comenzaron como

recolectores de uva o mano de obra agrícola, creciendo en los campos dela región para convertirse en exitosos productores del vino de California.

Es motivo de gran satisfacción conocer las asombrosas contribuciones que han hecho los mexicanos en la industria vitivinícola local.

No es mi intención hacer un comercial de las casas vinicultoras con sangre mexicana, es más, una mención honorifica y reconocimiento internacional. En esta entrega quiero mencionar a seis de estas familias.

Robledo Family Winery. Fundada en 2003 por Reynaldo Robledo natal de Michoacán. Fue la primera bodega propiedad de un trabajador inmigrante mexicano en la zona. Hoy en día, es uno de los mayores productores de vino con propiedad familiar en la región —su vino incluso ha sido servido en la Casa Blanca.

Entre sus vinos sobresale el Cuvée Brut, Este vino burbujeante galardonado es una mezcla de Pinot Noir y Chardonnay. Es seco y crujiente, con delicados sabores de manzana Granny Smith y pera asiática.

Herencia Del Valle. Con el matrimonio de Guillermo Herrera y Angélica Rentería se consolidaron dos familias hispanas y crearon esta prospera compañía. Hoy con sus 6 hijos son un ejemplo a seguir.

La estrella de la producción es un Chardonnay Este vino es fermentado 75% en roble nuevo, es engañosamente equilibrado, sin el sabor fermentado en la boca. Es un vino alegre, con notas de durazno y frutos secos.

Frias Family Vineyard. El matrimonio de Manuel y María Frías y sus 5 hijos son propietarios de

Una de las bodegas y viñedos en el Valle de Napa, con vinos tintos bastante solicitados, pero también hacen un rosado increíble, Rosé Napa Valley, este rosé es una mezcla de uvas cultivadas en la propiedad, que son principalmente Cabernet Sauvignon, con un suave pero fragancia de pétalos de rosa y un paladar de melón y fresa que es sin duda mejor servido para contemplar un atardecer.

Valdez Family Winery. Ulises Valdez es uno de los nombres más reconocidos en la administración de viñedos, originario, también, de Michoacán. Su lema: Trabajo duro, pasión y familia. Quizás una de las más exitosas compañías hispanas.

Su Pinot Noir está hecho con uvas de tres viñedos en la costa de Sonoma. No está filtrado y es madurado con frutas rojas.

Ceja Vineyards. Esta Vinatería fue fundada en 1999 por Pablo y Juanita Ceja mexicoamericanos de primera generación, ellos producen vinos galardonados en Napa y Carneros, en el este del condado de Sonoma.

Quizás el mejor es el Red Blend. El Vino de Casa tiene su base de Pinot Noir rojo, creado para ser un vino de mesa de todos los días. De cuerpo medio, con una gran fragancia de cereza y mora y un paladar de tabaco y arándano, este vino baja fácil al tomarlo.

Maldonado Vineyards. Fundada por Guadalupe Maldonado. Otro Michoacano de origen humilde con gran corazón y gran trabajador. Su Cabernet Sauvignon es uno de los mejores de la región y ha recibido premios por su gran sabor.

Estos son algunos botones que muestran el éxito de nuestra gente más allá de las fronteras. México no es donde se vive, sino el que se lleva dentro.