Y hasta paseo de “las estrellas” les autorizan!

Pero es que generan muchos beneficios; motivan el turismo y el fortalecimiento económico, argumentan sus defensores.

En cambio el carnaval es para borrachos, para la prole que no deja más que problemas.

Las carreras fuera de camino son las competencias deportivas que más accidentes fatales han dejado en nuestro municipio.

Ni el carnaval mismo, donde se junta la prole y los borrachos, ha dejado tantas muertes como las “Bajas” y sus derivados. Pero como los “dueños” de la ciudad son los directamente beneficiados con estas carreras, lo primero es lo primero. Su bolsillo, pues.

De desvíos

El señor llega a su casa y le dice a su pareja:

-Guarda estos mil pesos para comprar el tanque de gas, que ya mero se acaba. Peor es para el gas, no se te olvide-.

La mujer atiende el encargo y deja bajo resguardo el dinero.

Más tarde llega el hijo menor de la familia afectado de fiebre. La madre, obvio, se asusta y carga con el joven rumbo al medico pero recuerda no hay un solo peso en su bolso.

Toma entonces los mil pesos y atiende la emergencia. El gas puede esperar.

Entre consulta y medicamentos se van 700 pesos de los mil etiquetados para el gas. Llega luego el marido, se entera del movimiento obligado de su pareja y aún así se enoja.

- Y qué querías, responde la mujer, que dejara morir a tu hijo-.

La mujer no robó ni hurtó el dinero etiquetado para el gas. Llego otra prioridad y echo mano del recurso.

Lo mismo ocurre en la economía del gobierno municipal. El de aquí y en todos aquellos que arrastran complicados lastres financieros.

Podrán etiquetarse recursos para determinadas acciones o programas, pero si se atraviesan fiebres por atender tendrán que echar mano de lo que se tenga.

Ante una crisis salidas emergentes. No hay más.

Aquí se acusa a ex gobernantes, como a la señora que tomó dinero para llevar a su hijo al médico, de desviar recursos que no de robárselos.

Pero como para muchos desviar es sinónimo de robar, por eso se mediatiza el tema. Por eso se litiga en los medios.

Debemos reclamar castigos ejemplares para aquellos que, ocupando espacios públicos, utilicen recursos del erario para beneficio propio. Eso no debe estar a discusión.

Pero antes hay que dejar que la instancia obligada determine si hubo o delito de por medio.

No hay en este planeta un gobierno eficiente insertado en una sociedad en crisis.

Lo qué pasa en el gobierno local y no de ahora, es la supervivencia. Igual como ocurre al interior de decenas de miles de familias ensenadenses que libran una lucha diaria por sobrevivir.