En la más reciente actualización de la Clasificación Internacional de Enfermedades, la Organización Mundial de la Salud incluye el trastorno por videojuegos en el rubro de enfermedades mentales, en la categoría de los desórdenes por comportamiento adictivo, junto a los relacionados con las apuestas.
Lo define de la siguiente manera:
El desorden de juego se caracteriza por un patrón de comportamiento (de juego) persistente o recurrente, que puede estar en línea —a través de Internet— o fuera de línea.
Se manifiesta por el control de juegos deteriorado, que se puede detectar en inicio, frecuencia, intensidad, duración, terminación y contexto; el aumento de la prioridad otorgada a los juegos, especialmente en medida en que estos tengan prioridad sobre otros intereses de la vida; y la continuación o escalada del juego a pesar de la ocurrencia de consecuencias negativas.
Para considerarse desorden, el patrón de comportamiento debe ser de suficiente gravedad como para producir un deterioro significativo en las áreas de funcionamiento personal, familiar, social, educativo, ocupacional u otras áreas importantes, sin importar que dicho comportamiento sea continuo o episódico y recurrente.
Por el momento las referencias a juegos en línea no establecen relación directa con otras actividades que también se desarrollan en Internet, como el uso de redes sociales, sin embargo, este cambio en la Clasificación Internacional de Enfermedades podría ser la puerta para establecer otro tipo de adicciones, también relacionadas con el comportamiento.
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