Para comprender el presente, hay que conocer y aceptar el pasado. Quien no mira atrás difícilmente entenderá el presente. Y no podrá construir su futuro.
En México durante la presidencia del General Porfirio Díaz (1884-1911) la industria nacional junto con las artes, la medicina, la comunicación, vías férreas, telégrafo y otras muchas fueron símbolos del progreso del régimen Porfirista.
Los ingenieros militares mexicanos fueron grandes desarrolladores de la industria bélica mexicana; ejemplo de ello fue el cañón Bange de tiro rápido, modificado por el Coronel mexicano Mondragón.
En Paris se hicieron las pruebas del cañón Bange de tiro lento y afuste rígido transformado por el Coronel Manuel Mondragón en cañón rápido y afuste deformable.
En las pruebas estuvieron presentes los militares de las delegaciones de Inglaterra, Estados Unidos, y otros países, así como altos oficiales del ejército francés y multitud de empresarios de la industria bélica mundial.
Al hacerse los primeros disparos, la concurrencia quedó sorprendida al ver la inmovilidad del montaje de la boca de fuego y el perfecto funcionamiento de su mecanismo. Veintitrés disparos en un minuto fueron suficientes para demostrar el éxito alcanzado por el inventor y las ventajas que para la artillería ofrece esta pieza modificada por el Ingeniero militar Mexicano Coronel Mondragón.
Para tener una idea de la importancia que reviste esta modificación hecha a los cañones Bange de 80 milímetros por el Coronel Mondragón, diremos que en la actualidad (1902) estas piezas se consideraban casi inútiles para el combate por ser, ante todo de tiro lento.
Ahora que transformándolos conforme al mecanismo ideado por este distinguido militar, pueden tenerse como una de las armas de artilleria más eficaces y sencillas para el manejo en el arte de la guerra. La transformación resulta muy poco costosa.
El Coronel Mondragón recibió innumerables felicitaciones por los brillantes resultados obtenidos en las pruebas, con gran orgullo el general Porfirio Díaz lo comunicó a los oficiales del ejército mexicano y lo pondero como ejemplo a los cadetes del Colegio Militar.
(El Mundo Ilustrado 1902)