Cuenta con su propio depósito de agua y no requiere instalación de plomería. Para su uso, simplemente se conecta a la corriente eléctrica, se vierte el agua y se elige el tipo de lavado en el panel de control; al encenderlo, se puede ver cómo se lava el contenido en unos 15 minutos.

Una vez concluido el proceso, basta con vaciar el depósito de agua sucia y rellenarlo para un próximo lavado. La gran virtud de Tetra es el ahorro de agua, reduciendo su consumo en 10 veces si se compara con el lavado de platos a mano.

El tipo de material de fabricación (no metal) elimina el riesgo de oxidación y la acumulación de sarro, además, la utilización de electrodos de grafito para calentar el agua también garantiza el ahorro de energía. Gracias a la conexión de red se puede controlar todo el proceso y realizar los ajustes oportunos, como pueden ser la presión del agua, el tiempo de duración del lavado, etc. Por todo lo anterior, no nos sorprende que El Tetra recibiera el premio popular de la feria CES 2018 y este año se le otorgó el Premio a la Mejor Innovación.

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