Con la pena, pero no hay forma de revertir el resultado de la encuesta con la que Morena eligió a sus candidatos, rumbo a las elecciones locales del 2 de junio.
No me imagino a los mandos de Morena accediendo a los reclamos de los ahora inconformes con los resultados. No me lo imagino porque sería, en serio, una aceptación tácita de que hubo “mano negra” para manipular los resultados.
“Que nadie vio a los encuestadores”, “Que nadie fue encuestado”, “Que fueron muy pocos los encuestados”, Que se manipularon los resultados”. Así algunas de las aseveraciones que enarbolan seguidores de uno de los precandidatos, caso concreto Teodoro Araiza.
Este último en una carta publica pide se audite a la casa encuestadora, así como su vitrina metodológica.
A sus seguidores y a quienes dudan del ejercicio les comento que en lo personal nunca me ha tocado ver a personal de casas encuestadoras haciendo su chamba en la ciudad, que no sea en las llamadas “encuestas de salida”.
Pero que yo no los vea, no significa que no ocurran las encuestas. Quienes se dedican a este negocio se apegan a determinadas metodologías tanto para el levantamiento de datos, como para determinar el tamaño de la muestra a encuestar.
No es una chamba sencilla, pues.
En el caso de Teodoro Araiza y sus reclamos de auditoría a la vitrina metodológica de la casa encuestadora, pues será harto difícil le den luz verde. Casi imposible, diría.
Los entonces precandidatos, incluyendo el propio Araiza, entraron a la contienda interna sabedores de que el método de selección sería a través de una encuesta.
Y estaban tan sabedores y aceptadores del proceso de selección, que no recuerdo en ninguno de ellos una crítica o duda anticipada.
Cierto, cala perder, quedarse en la orilla, ver atoradas las aspiraciones políticas, pero también en la derrota de crece.
Que no se les olvide.
Aquello de que “si no gano, no hay democracia”, es una excusa anquilosada, una justificante obsoleta que se calla con el tiempo o con una recompensa política.
Ahora que si es esto último, pues hay que pedirlo con categoría.