A partir del 7 de mayo de 2019 los exportadores de tomate mexicano se enfrentan al pago de derechos compensatorios provisionales de 17.5% el cual debe cubrirse como garantía para poder realizar sus exportaciones hacia Estados Unidos. Este implicará un costo anual superior a 350 millones de dólares para el exportador mexicano de tomate y se espera que muchos pequeños y medianos exportadores se vean imposibilitados de hacer frente a esta pesada carga financiera.
En un comunicado la Secretaría de Economía informa que la eliminación del Acuerdo de Suspensión implicará a partir de hoy, entre otras cosas, que el DoC reactivará la investigación antidumping suspendida desde 1996. Su determinación final la deberá emitir a más tardar el 19 de septiembre de 2019.
Conforme a la determinación del DoC, la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos emitirá 45 días después su determinación final de daño a la industria, lo que podría suceder alrededor del 1 de noviembre de 2019. Con ello se definirá ya sea la aplicación definitiva de impuestos antidumping a la exportación de tomates a los Estados Unidos o bien o se volverá al libre comercio en el comercio México-Estados Unidos en este producto.
El Acuerdo de Suspensión, que funcionó desde 1996, reguló por 23 años de manera exitosa las exportaciones mexicanas de tomate al mercado estadounidense, a la vez que permitió a los productores mexicanos aprovechar las ventajas comparativas que tiene nuestro país para la producción de tomate.
Aun cuando el Gobierno de México no es parte de este Acuerdo ni puede participar de su negociación, la Secretaría de Economía, con el apoyo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y la Embajada de México en Estados Unidos, ha acompañado y apoyado en todo momento a los productores mexicanos durante sus negociaciones con el DoC y los productores estadounidenses. Si bien la terminación del Acuerdo surte efecto a partir de hoy, debe destacarse que las partes han mostrado su disposición para continuar negociando con el objetivo de lograr una conclusión exitosa en las siguientes semanas.
La Secretaría de Economía continuará brindando su decidido apoyo a los productores de tomate mexicano durante este proceso de negociación, a la vez que hace un atento llamado al DoC y a los productores de ambos países para que alcancen un nuevo Acuerdo de Suspensión que beneficie tanto a productores como a consumidores de los dos países y dé certeza a estos intercambios comerciales.
En México, el tomate es el tercer producto agrícola de exportación de México después de la cerveza y el aguacate; 1 de cada 2 tomates que se consumen en ese país, son de origen mexicano.
La industria de tomate ha realizado inversiones significativas desde la implementación del TLCAN para convertirse en un sector altamente competitivo; en 2018, sus exportaciones a Estados Unidos estuvieron cerca de 2 mil millones de dólares, donde el mercado estadounidense absorbió cerca de 95% de las exportaciones totales de tomate de México en ese año.
La imposición de este arancel preliminar de 17.5% podría resultar también en la desviación de comercio de México hacia otros países que cuenta con acceso preferencial en su acceso a los Estados Unidos.
Asimismo, de acuerdo con datos de la Universidad de Arizona, los consumidores de tomate de los Estados Unidos resultarán afectados, pues tendrán que enfrentar un incremento de precios de entre 38 y 70% como resultado de la terminación del Acuerdo y de la aplicación de derechos compensatorios provisionales.
La producción y exportación de tomate apoya el empleo directo de más de 400 mil trabajadores agrícolas, que en su mayoría son migrantes quienes van acompañados de sus familias. En las zonas de cultivo de tomate se ofrecen oportunidades de educación para los hijos de los jornaleros y también acceso a la salud para sus familias.
Asimismo, la producción de tomate también genera, en al menos 17 Entidades Federativas, un millón de empleos adicionales en industrias relacionadas con la cadena de soporte, logística, servicios, entre otras.
CONSUMO DE TOMATE EN ESTADOS UNIDOS
El consumo per cápita en el mercado estadounidense ha pasado de 12 libras a principios de los años 1980, a un promedio de casi 21 libras entre 2010-2017.
El Acuerdo de Suspensión, durante más de dos décadas, permitió regular el acceso del tomate mexicano, en un mercado con una creciente demanda y ofreció a los consumidores estadounidenses y a las industrias que utilizan al tomate como insumo, allegarse a una mayor variedad de tomates, de mejor calidad y a menores precios.