En sus casi tres de gobierno, ¿cuántas veces el alcalde Marco Antonio Novelo se salió de sus rutas de confort?
Seguramente fueron pocas, escasas, contadisimas.
De su casa a Palacio Municipal y de Palacio Municipal a su casa vía la misma ruta. ¿Por dónde más?
Por donde más si las calles y avenidas del primer cuadro de la ciudad están repletas de baches y basura, de polvo y olvido.
¿Por dónde pasó el presidente municipal rumbo a su oficina y de esta a su casa, si por la periferia el abandono es el mismo?
No me imagino a nuestro alcalde usar la avenida Juárez para llegar a Palacio Municipal, y no ordenarle a su titular de servicios públicos levantar las toneladas de basura y polvo que ahí se acumulan.
No me lo imagino tampoco trasladarse por la calle 1 de Mayo (Novena) y no ordenar al responsable de áreas públicas limpiar los camellones.
Menos usando las Calle Segunda, Tercera o Cuarta para llegar a su trabajo, cuando estas lucen un estado vergonzoso y el responsable de la rehabilitación vial ni se tibia.
¿Por dónde entonces se ha trasladado Marco Novelo en estos casi tres años como alcalde?
¿Por dónde que no sea el bulevar Costero Lázaro Cárdenas?
Y es que, se supone, que por donde se mueve un gobernante se mueven también los servicios públicos, la seguridad, la modernidad, pues.
Por eso lo importante de sacar a los gobernantes de sus rutas de confort, de esas por donde se mueven a diario y que no reflejan ni una pizca de la realidad.