El día 15 de diciembre de 2015, mi hermano Jimmy entrego su cuerpo a la tierra y su noble y bondadosa alma al creador.
Fue un gran ser humano que siempre antepuso los problemas de los que platicaban con él, siempre tuvo una palabra amable, consejo o simplemente una palmada de cariño, aunque su enfermedad le produjera grandes dolores no lo demostraba, siempre una gran sonrisa cuando uno preguntaba ¿Cómo te sientes Jimmy? Bien gracias ¿y tú?, así iniciaba la plática y uno narraba su problema.
Lo recuerdo como un esposo cariñoso de Ana Lilia Valdés y un gran padre de su hija Ana Gaby.
Hijo bondadoso con mis padres María Eugenia y José Luis. Fue el cuarto hijo de los 8 que fuimos, él fue el que dio los discursos en los funerales de mi padre, un gran orador con mucho claridad sabia exponer los temas y sabia aprender y escuchar a los demás
Amante de las reuniones al aire libre fue el ídolo de todos los hermanos y sobrinos, alegre en las representaciones de pastorelas, gran hacedor de equipos de trabajo, cocinero de paellas en los eventos gubernamentales y de familia, protector del medio ambiente, instructor del uso responsable de la cultura del agua.
Colaborador incondicional de la parroquia de la Virgen de San Juan de los Lagos, en especial en la misa de las 12 los domingos, acompañado del coro en el cual participaba y sigue participando su esposa Ana Lilia. Promotor de cursos doctrinales en ejidos y delegaciones.
Como funcionario recorrió la Baja California en especial todo el municipio de Ensenada, brindado un consejo, resolviendo problemas de acuerdo a sus facultades como funcionario de los gobiernos municipales, estatales y federales, siempre honesto y exigente con los resultados buscando el éxito en beneficio de la comunidad.
Descansa en paz hermano Jimmy, con todo mi amor, Pepe.