Vaya paradoja. La municipalización de San Quintín, impulsada con todo por los altos mandos de Morena en Baja California, se convertirá en tanque de oxígeno para PAN y PRI.
Un tanque de oxígeno que los levante de la lona y los ponga ante una posibilidad real de aspirar a algo en las elecciones del 2021.
Me explico.
De concretarse la municipalización de San Quintín, Acción Nacional ya no vería en los votos de la zona sur su talón de Aquiles. Me refiero en la contienda por la alcaldía de Ensenada.
Recordemos cómo los militantes del PAN pasaban de las celebraciones anticipadas a los derrotas inesperadas, cuando llegaban las urnas instaladas en la zona sur.
“Es que la zona sur es bastión electoral del PRI”, reconocían no pocos panistas.
Para las elecciones locales a celebrar en el año 2021, Acción Nacional ya no tendría ese fantasma enfrente, si lo de hacer de San Quintín el sexto municipio de la entidad fructifica.
Cuando menos no en el intento por recuperar la alcaldía de Ensenada. Así se dedicarían a trabajar los núcleos urbanos, sobre todo los de clase media y media-alta, donde tienen mayor rentabilidad electoral.
En el caso del PRI, el tanque de oxígeno lo sacaría de la oscuridad electoral donde hoy radica. Y no tanto para pretender la presidencia municipal de Ensenada, sino la de San Quintín.
Siendo la llamada zona sur de Ensenada un territorio electoral muy conocido y trabajado por los priistas, en el 2021 podrían generar en las urnas un regreso inesperado.
Si los morenistas piensan que haciendo de San Quintín un nuevo municipio, ya tienen en la bolsa los triunfos en los comicios locales del año entrante, más vale que no se emocionen de más.
Por lo pronto y sin pedirlo, PAN y PRI están por tomar bocanadas de oxígeno. Un oxígeno que, paradójicamente, les puede ser proporcionado por quienes lo puso de golpe y porrazo en la lona.