Mi madre María Eugenia Ruiz Victoria nació 23 de noviembre de 1928, en el distrito de Chinchilla, de Monte Aragón, España, siendo sus padres: Miguel Ruiz Navarro trabajador ferrocarrilero nacido en Cartagena, provincia de Murcia España, el 22 de junio de 1894 y Dolores Victoria Marín nacida el 20 de julio de 1892 en Murcia, España también.
A mi madre en 1936, con 8 años de edad, le tocó vivir la cruenta guerra civil española, en donde tanto republicanos como nacionalistas monárquicos, generaron una violenta guerra civil, una lucha política y religiosa de hermanos contra hermanos.
Muy niña, llego a Veracruz, México, el 7 de junio de 1937 junto a otros 456 infantes, niños y niñas. Ella de apenas 8 años de edad venía a cargo de su hermano; mi tío Miguel Ruiz Victoria de apenas 11 años. - Me imagino que mi abuelo le habrá dich: ¨Miguel tu como mayor, cuida a tu hermana pronto nos veremos¨.
Sin embargo mi madre no volvería a ver a mis abuelos y a sus hermanas hasta 1964 que volvió a España junto a mi padre, más de 30 años después.
Mi madre, mi tío y los demás niños fueron enviados al puerto de Burdeos Francia, embarcando estos niños de la guerra el 27 de mayo de 1937 en el barco Mexique, un buque de bandera francesa.
A su llegada fueron llevados a le escuela España México en Morelia Michoacán, por ello se les conoce como ´los niños de Morelia´.
Posteriormente a mi madre junto a su hermano fueron trasladados a Puebla donde gracias a Dios conoció a mi tía Lupita hermana de mi padre José Luis Fernández Bandini, y ella la llevó conocer a mis abuelos paternos: Justiniano Fernández Quiroz y Guadalupe Bandini Guillén.
Mis abuelos paternos prácticamente la adoptaron y ella continuó sus estudios terminando la primaria en Puebla. Después de vivir 7 años en esa ciudad conoció a mi padre José Luis Fernández Bandini, quien regresó del Paso Texas para trabajar como maestro y contrajeron nupcias el 11 de noviembre de 1945.
Yo nací el 24 de agosto de 1946, el 8 de febrero de 1948 nació mi hermana María Eugenia. Mi padre vendió su joyería en Puebla y emigraron a Baja California con la ilusión de haber comprado tierra que a la postre resultó en un fraude.
Ambos llegaron a Mexicali en un viaje por ferrocarril muy pesado, con 2 hijos, embazada ( sin pañales desechables, leche y productos de fácil descomposición) por lo que mi madre sufrió muchísimo en esta travesía.
Posteriormente a bordo de un camión llegaron a un pequeño hotel, sin tierras, sin dinero y sin trabajo pero con el paso del tiempo y pudieron rentar una casita en la avenida Miramar # 950, sin agua corriente constante y ya con 3 hijos. -Pese a todo, nunca la oí quejarse-.
Para nosotros, mi madre fue profesora porque nos enseñó a leer, escribir, a vestirnos, tener buenos modales, a respetar a los mayores, al no tener a más familia debíamos estar juntos recordando posiblemente la separación que ella sufrió, nunca platicó de sus sufrimientos, de la guerra, de sus dolencias, Siempre ante la adversidad buena cara, y mucha fe en Dios¨
¨Querernos respetando nuestras diferencias¨ es su lema, siempre nos da consejo, es una mujer admirable y pese a tantas vicisitudes de la vida nunca ha renegado de nada; ella dice: Amo a México desde que llegue aquí soy feliz, me case, tuve a mis hijos, nietos, bisnietos.
La familia lo es todo con Dios y la Santísima Virgen María, vivirán felices y tendrán paz amor es lo que requerimos los seres humanos perdonemos y olvidemos. Los rencores son malos para nuestra felicidad.
El 29 de marzo de 1972 madre recibió su certificado de nacionalidad mexicana que como muchos de los niños de Morelia quedaron en el limbo sin nacionalidad y el 19 de noviembre de 1999 le entregaron su constancia de nacionalidad Española sin perder su nacionalidad mexicana, esto es tener templanza y mucha fe en sí misma, Mi madre siempre ha creído en ella y con valor llevo a mi padre, a recibir todos los reconocimientos que le dieron a él que sin el apoyo de ella nunca hubiera logrado.