Para evitar el pánico y la desinformación respecto esta enfermedad, la OMS ha dicho claramente que para prevenir el contagio deben lavarse las manos a fondo con agua y jabón, de una manera frecuente, mantenerse a una distancia de la persona que presenta síntomas, evitar tocarse los ojos, nariz y boca, cubrirse con pañuelo desechable al estornudar. Aquí en Ensenada, en muchos lugares se han puesto letreros ¨Nos reservamos en derecho de admisión¨.

Este fin de semana noté una inusual compra de pánico como no recuerdo que hubiera sucedido algo igual en Ensenada: compra de: Gel antibacterial, papel higiénico, cubre bocas, guantes desechables. Pero en los jabones, alcohol, servilletas, platos desechables y cloro no detecté pánico.

Pero basta ver lo mencionado en las redes sociales o la prensa: ¨escasea el papel higiénico¨, ¨cruzan de Estados Unidos para hacer compras¨, ¨iniciaron las compras de pánico de cubre bocas, papel higiénico y gel bacteriológico¨.

Esto ocasiona un estado de histeria colectiva en la familia... padres e hijos preocupados por los escases de estos artículos como si fuera una guerra.

La cifra de personas contagiadas asciende a 166,737 en más de 140 países y al 15 de marzo se contabilizaban alrededor de 6.452 muertes en el mundo. El país más afectado después de China es Italia. Le siguen Irán, Corea del Sur y España. Todas las estadísticas son en relación a ellos, pero ¿quién evalúa los daños psicológicos de millones de seres humanos, por no poder proteger a sus familias con los insumos necesarios?, ¿pérdida de su trabajo, no poder pagar sus gastos, pérdida de negocios?.

Los gobiernos deben dar información con soluciones e información veraz con una comunicación inmediata que de paz y tranquilidad a sus ciudadanos.

Somos 7,635 millones en los 195 países del planeta.