En el municipio de Ensenada rondábamos hasta este viernes el centenar de contagios confirmados de COVID-19. Y en cuanto a fallecidos, los números oficiales indicaban 13.
Pero hasta ahí llega la información. Solo eso!
Bueno eso y los repetitivos e incongruentes exhortos gubernamentales a quedarnos en casa.
Si, repetitivos e incongruentes. Y es que así como nos piden la reclusión en casa, así también justifican la apertura de empresas que realizan tareas no esenciales.
Pero ese es otro cantar. Hoy lo que pongo sobre la mesa es el silencio oficial en torno las víctimas de la pandemia.
En el municipio de Ensenada y su valle agrícola del sur, solo se habla de números. Cuántos contagiados y cuántos fallecidos. Solo de eso.
No se precisa cuántos son niños, jóvenes, adultos o de la tercera edad.
Tampoco cuántos de los afectados son diabéticos, hipertensos, obesos, adictos al tabaco o sujetos de males cardiacos.
Mucho menos si estos son obreros, profesionistas, amas de casas, burócratas o trabajadores en situación de retiro.
Y si de los anterior no hay información oficial, muchos menos de la relación que hay o hubo entre las víctimas.
Esto es, si compartían una vivienda, un espacio laboral, vecinal o un determinado sector de la ciudad.
De todo lo anterior no sabemos absolutamente nada.
Y conste que no se pide revelar los nombres o datos domiciliarios de los enfermos o de las víctimas mortales de COVID-19.
Solo aportar la información que revele datos importantes de la pandemia y que los ciudadanos tenemos el derecho de conocer.
Recordemos que detrás de los números que a diario ventilan las autoridades, se encuentran personas, familias, historias, dramas, enseñanzas.
Ah, por cierto, además de números todos los días también nos hablan de sus curvas y de sus “días pico”.
Cuanta sensibilidad!