Confrontado con Jaime Bonilla, gobernador, el alcalde de Tijuana, Arturo González Cruz tiene una muralla de piedra frente a su aspiración de convertirse en candidato de Morena a la gubernatura de Baja California.
Una muralla de piedra tan ancha y alta que resulta casi imposible sortearla. Y más sin voces de peso que desde el interior del partido del presidente, salgan en su auxilio.
Literalmente, solo. Así el municipe fronterizo.
Gonzalez Cruz no ve marineros de peso en su navío, solo remadores y además inexpertos.
A dónde entonces en esta aventura que se convirtió en obsesión?
Pero Arturo González Cruz no tiene todo perdido en su propósito de ser aspirante a la gubernatura. El partido Movimiento Ciudadano (MC) lo mira como buena opción para abanderarlo.
Cierto que no es lo mismo Morena que MC, pero candidatura al fin. Además, un buen capitán no corre al primer temporal que se le ponga enfrente.
Si su sueño es la candidatura y solo eso, pues ahí está la oportunidad.
Un buen gallo en cualquier gallinero canta.
—-
Fiel a su costumbre, el Partido Encuentro Social quiere asegurar primeras regidurias en la próxima elección para acomodar a sus directivos. Así lo ha hecho en anteriores procesos electorales. Y si le ha funcionado, porque no hacerlo de nuevo.
Por eso anda en busca de “prospectos” para que la hagan de candidatos a las alcaldías y diputaciones. Esos espacios están disponibles.
Y con ese propósito se reunieron semanas atrás aquí, con un ex directivo de Canacintra y con un conocido comunicador radiofónico.
En el PES los quieren de candidatos. Candidatos a lo que sea, menos a la primera regiduria. Los necesitan, obviamente, para que hagan la chamba. La chamba de recolectar votos para alcanzar el mínimo establecido.
Ese mínimo que da asientos en los cabildos.
Una buena oferta, de parte del partido, sería: candidatura a la alcaldía y primer espacio en la planilla de municipes. Como en combo.
Ahora que si hay interesados en solo engrosar su curriculum personal apareciendo en una boleta, pues también se vale.
No cualquiera tiene la fortuna de platicarle a sus nietos que alguna vez, aunque no ganó, fue candidato a presidente municipal o diputado. Suena emotivo, que no?
——-
Hace ya algunos meses el gobernador del estado, Jaime Bonilla Valadez, lo miraba con desdén. Con desdén y con antipatía.
Que un joven político no cercano a él fuera considerado para un encargo federal en la entidad, no le causó agrado. Por eso se interpuso. Se interpuso y lo bloqueo.
El joven aguantó la sacudida sin respingar.
Aceptó dejar el puesto federal. Entendió que así es la política y se disciplinó.
Meses después de nuevo la invitación para la misma encomienda, pero ahora con el “VoBo” del gobernador.
Meses después, del desdén y la antipatía al cobijo y la inclusión. A la empatía. Jaime Bonilla le reconoce capacidad y tablas. Pero sobre todo carácter y disciplina para asumir retos.
Meses después al círculo cercano del mandatario estatal. Al cercanisimo “team” de Bonilla.
Y ahora también cercano a una candidatura a disputado local en la elección que viene.
Así el camino de vaivenes de Isaías Bertín Sandoval.
Y así el camino de vaivenes de la política.