En anteriores artículos comenté sobre la riqueza de las lenguas en contacto del estado de Baja California, con ejemplos del español, considerando el camino sociolingüístico que apunta al cambio y análisis de los procesos de las lenguas desde sus sistemas fonéticos y gramaticales. Para el caso de las lenguas indígenas, si bien, es relevante saber cómo cada variante lingüística presenta cambios y seguramente influencias del español sobre sus hablantes, es urgente atenderlas considerando el análisis sociolingüístico de la segunda vía, la cual analiza sus problemáticas en su relación con la sociedad.
En el estado de Baja California, laboratorio de lenguas en contacto, encontramos a la familia yumana que abarca 5 idiomas en grave peligro de extinción. Para contextualizar, una familia lingüística es la agrupación de varios idiomas que tienen características históricas y de origen en común, sin que siempre sus miembros se entiendan total o parcialmente. En el caso del español, somos parte de la familia lingüística indoeuropea, la cual es considerada la familia más grande del mundo y abarca desde el mismo español, portugués, francés, alemán, ruso, inglés, persa, armenio, entre muchas lenguas, cuya historia o datos merece una revisión más profunda y particular.
En el caso de las lenguas indígenas, en México existen 11 familias, según reporta el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, INALI, siendo las más grandes la yuto-nahua también reportada en la literatura como yuto-azteca y la maya, entre cuyas lenguas destacan el náhuatl y el maya yucateco, que son los idiomas que más hablantes tienen en México.
En tanto, en el estado de Baja California, la familia cohimí-yumana que es la forma que denomina el INALI a la familia yumana abarca las siguientes lenguas: cucapá, kumiai, paipai, kiliwa y ku’ahl. Acerca de los estudios de estas lenguas, existen importantes contribuciones que diversos lingüistas extranjeros, sobre todo en los años setentas y ochentas hicieron hacia ellas. Además, sentaron las bases de la descripción fonológica y gramatical de tales idiomas. En los últimos años, la literatura actualizada reporta que algunos lingüistas, antropológos, sociolóogos, entro otros humanistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH, y de la Universidad Autónoma de Baja California, UABC, están trabajando con los grupos yumanos, dado que existen pocos hablantes de estos idiomas. Para el caso del kiliwa quedan menos de 5 hablantes, casi 30 para el paipai, unos 40 aproximadamente para el kumiai, casi 10 entre los cucapah y 2 para el ku’ahl a la que virtualmente se le considera ya extinta. Los números varían entre las distintas instituciones y según reportan los investigadores, pero presentamos una aproximado en promedio. Es importante resaltar que existen comunidades de las distintas familias yumanas asentadas en los Estados Unidos, tanto en California y Arizona, para el caso del presente reporte, solo nos centraremos en los números de México y del estado de Baja California.
Así, el trabajo que los especialistas realizan hacia la familia lingüística yumana no se completará si la sociedad bajacaliforniana no se involucra en el rescate y preservación de este tesoro lingüístico. Para ello, es importante que acciones públicas y particulares generen una visibilización de los yumanos como parte de la memoria histórica de los ensenandenses y de todos los bajacalifornianos. Continuaremos sobre este tema en la segunda parte.