La cuenta de TikTok de Marta no era diferente a la de otros jóvenes que emplean esta plataforma sólo por diversión: publicaba videos de sus salidas nocturnas, se grababa cantando en modo de playback, con impacto en solo varios cientos de seguidores.

Al momento de la invasión ella se encontraba en Inglaterra, de visita con amigos que conoció en la universidad, pero gracias al servicio de Telegram (muy popular en Ucrania), empezó a obtener videos donde pudo ver la manera en que las bombas caían sobre su país. Decidió compartirlos en su cuenta de Tiktok antes de irse a dormir.

En cuestión de horas, el material publicado acumuló millones de visualizaciones y su cuenta personal empezó en una escalada que al día de hoy supera el cuarto de millón de seguidores.

Expertos en el uso de esta red social, refieren que este tipo de fenómenos se dan por el algoritmo de TikTok, que es más sensible a las temáticas que a los perfiles que siguen los usuarios de manera regular, lo que también permite la proliferación de noticias falsas.

Para Marta, ser nativa de Ucrania, comprender la lengua y conocer los lugares, le permite hacer una selección del material real, lo que ante la comunidad de internautas le convierte en una curadora de contenido a la que si se le puede creer.

Este fenómeno expone de nuevo varios temas que resultan fundamentales en cuestiones de comunicación: la tendencia a la desconfianza en los medios tradicionales, al periodismo profesional y la diferencia sustancial entre lo que se puede y lo que se quiere creer.

Una joven varada en Inglaterra, auténticamente preocupada por lo que pueda sucederle a su familia en territorio de guerra y con un estereotipo lejano a cualquier tinte político, conquista con información actual a un segmento que tradicionalmente permanece apático a los medios noticiosos.

Cuenta de Marta Vasyuta en TikTok.: Una perspectiva de lo que sucede en Ucrania bajo la promesa: imagenes reales de personas reales.